¿Os imagináis un cráter de más de 1.200 metros de diámetro?. Un cráter de un volcán extinto en este caso y al que se puede subir fácilmente para ver toda su extensión. Esta maravilla de la naturaleza lo tenemos al noroeste de la isla de Lanzarote, y se trata de la Caldera Blanca.
Posiblemente sea uno de los lugares más curiosos que podamos encontrarnos. Si estáis mirando vuestras ofertas de vuelos a Lanzarote, además de las típicas playas esta isla ofrece un compendio del mejor turismo de volcanes que podemos hacer en España. Precisamente la ruta que nos lleva hasta la caldera es una de las más significativas a este respecto.
Resulta más que interesante comprobar los efectos que la lava solidificada ha ido dejando a lo largo de los siglos en el paisaje. Un lugar que, por cierto, vendría fenomenal para filmar alguna película de extraterrestres. Un silencio inquietante y un mar de lava negro a nuestro alrededor.