Peñíscola es sin duda una de las capitales turísticas de la región valenciana. Situada en pleno corazón de la Costa del Azahar, su imagen es una de las postales más conocidas del verano español. Asentada sobre un promontorio rocoso, quién no ha visto alguna vez la clásica foto con el castillo.
Pero no solo es esta fortaleza templaria del siglo XIV el único gran atractivo de la ciudad. Si tenéis reservados vuestros hoteles en Peñíscola a precios anticrisis, debéis pasear por su centro histórico para conocer monumentos como la Iglesia del Perpetuo Socorro, la Torre Badum o la Ermita de la Virgen de la Ermitana.
Precisamente esta última la podéis visitar cuando vayáis a ver el castillo, ya que está adosada a él. Fue construida a principios del siglo XVIII en estilo barroco y destaca especialmente por su cúpula revestida de azulejos multicolores, y que puede verse casi desde cualquier punto de la ciudad.