Nos vamos hoy de excursión por el norte de la provincia de Barcelona. Salimos de la Ciudad Condal en dirección a Manresa, y atravesamos esta última para llegar hasta Berga. Muy cerca de aquí, a los pies del Parque Natural del Cadí Moixeró, se halla La Pobla de Lillet, nuestro pequeño protagonista.
Nos recibe la comarca del Berguedá, un pueblo que no alcanza los 1.500 habitantes pero que cuenta con un centro histórico de mucho encanto. Situado entre los ríos Llobregat y Arija, si tenéis reservados vuestros vuelos Barcelona os prometo que puede ser una excursión más que agradable.
A pesar de su carácter pequeño y sencillo, en La Pobla de Lillet tenemos muchos monumentos por descubrir, además de un maravilloso entorno natural. Hay testimonios románicos, ancestrales rincones medievales, huellas del genial artista Gaudí y una naturaleza que explota de color.
Dos kilómetros antes de llegar al pueblo nos da la bienvenida el Monasterio de Santa María de Lillet. De estilo románico, y con sus orígenes allá por el siglo IX, el aspecto actual data de las profundas reformas llevadas a cabo en él durante el XVIII. Aún así es un museo al aire libre de todos los estilos arquitectónicos que podáis imaginar.
A pocos metros del monasterio se halla la Rotonda de San Miguel, un curioso edificio de planta circular que data de mediados del siglo XII. Parece una pequeña capilla sin ventanas y en la que, el Día de San Isidro, acoge una misa con bendición de panecillos que se reparten a todos los asistentes.
Ya dentro del pueblo, en un laberinto de calles estrechas y empedradas podemos visitar la Iglesia de San Cristóbal de estilo gótico, en cuyo interior se halla una preciosa escultura de un Cristo en Majestad del siglo XII. Además de esta iglesia os sugiero la visita a los Jardines de Can Artigas, obra de Gaudí en 1905.
Estos jardines son uno de los principales atractivos de La Pobla de Lillet. Tanto es así que se organizan visitas guiadas de algo más de una hora. El mundo imaginario del genial artista catalán está allí magníficamente representado.
Todo el casco viejo es una sucesión de pequeños detalles medievales. Fuentes, pequeñas iglesias, puentes y casonas nobiliarias. Precisamente una de las imágenes más emblemáticas es la de su puente románico del siglo XIV, restaurado completamente en 1985.
La Pobla de Lillet es uno más de esos pueblos prepirenaicos con encanto en los que se puede pasar un fin de semana de turismo rural. La magia de su entorno y el aspecto medieval de sus calles y plazas os harán pasar unos días de enorme placer y relax.
Foto Vía Ayuntamiento
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