La Plaza Mayor de Trujillo en Cáceres

Trujillo, en la provincia de Cáceres, es una pequeña ciudad enjaezada de palacios y casonas nobiliarias. Cuando uno se aventura por estas tierras no llega a imaginar su enorme patrimonio. Pero claro, si atendemos a su historia, aquella que nos recuerda a numerosos trujillanos que, durante la época de las expediciones, se enriquecieron con el oro americano, se nos aclara un poco el hecho de ver a tan magníficos edificios por aquí reunidos.

Uno de los rincones más emblemáticos de Trujillo es su Plaza Mayor. Comenzó a diseñarse en el siglo XV y es, posiblemente, una de las plazas renacentistas españolas más interesantes en cuanto a su conjunto patrimonial. De ahí que si reserváis vuestros hoteles baratos en esta ciudad, y en cualquier punto de la provincia de Cáceres, este rincón trujillano es de visita imprescindible.

¿Qué es lo hace a esta plaza tan monumental, entonces? En primer lugar aparece dominada por la estatua ecuestre de Francisco Pizarro, uno de los hijos ilustres de Trujillo. La estatua, construida en bronce por Charles Rumsey, es tal vez de lo más moderno de la plaza, ya que fue colocada allí en 1929.

Trujillo, la ciudad de los exploradores

Trujillo

Hoy visitamos la ciudad amurallada de Trujillo, que se encuentra en una colina con vistas al campo de los alrededores, entre los ríos Tajo y Guadiana. Trujillo tiene una amplia y variada historia, visible en sus edificios y los restos encontrados en toda la ciudad. Con una historia que se remonta a más de 600 años antes de Cristo, hay mucho que ver y hacer.

A la hora de llegar a Trujillo, lo mejor es aparcar justo antes del centro histórico, ya que dentro el aparcamiento es imposible. Comenzamos nuestra visita histórica a Trujillo por la Plaza Mayor, que tiene una estatua de Francisco Pizarro en el centro. En ella veremos la Iglesia de San Mártín, donde veremos varias tumbas de algunos nobles, y merece una visita junto con el Palacio de la Conquista y el Palacio de los Duques de San Carlos.

Romanos, visigodos y musulmanes se habían asentado en la ciudad antes de la reconquista de 1232. Uno de los grandes atractivos de Trujillo es su castillo del siglo X, construido por los árabes sobre un antiguo asentamiento romano. El castillo se halla en la parte alta de la ciudad, con unas espectaculares vistas.