Formigal, la estación de esquí más grande de España

formigal esquiFormigal es una localidad perteneciente al municipio de Sallent de Gállego de la provincia de Huesca, que está anexa a la famosa estación de esquí Aramón Formigal, a 8 kilómetros de la frontera con Francia.

Es por ello que la opción del mejor esquí en Formigal reservas online garantiza el mejor alojamiento y vuelos para disfrutar de la nieve de calidad, un montón de sol de invierno junto con excelentes instalaciones y una amplia gama de actividades complementarias hacen que sean cada vez más las personas viajen a ésta región de Aragón de las montañas de los Pirineos.

Benasque y su valle en los Pirineos

Benasque

Se acerca poco a poco la temporada invernal. Al menos así lo comienza a referir el frío en los armarios, despojándonos de las camisetas de manga corta y obligándonos a tomar los abrigos, los guantes y las bufandas. En algunos puntos llega antes, si no que se le pregunten a los habitantes de Benasque.

Este pequeño municio oscense se halla en pleno corazón de los Pirineos, a orillas del río Ésera, apenas a siete kilómetros de hacer esquí en Cerler. Aquí en invierno las temperaturas están casi siempre bajo cero y las nevadas son bastante frecuentes, algo propio de los climas de alta montaña.

El paisaje que rodea a la villa es de un gran interés para los amantes de la naturaleza, ya que alberga el mayor número de cumbres en Aragón que superan los tres mil metros de altitud. Impresiona verlo todo completamente nevado en invierno, pero también se disfruta especialmente el resto del año, cuando ofrece una amalgama bella de colores.

Estaciones de esquí en Huesca : Formigal

Si se busca una inmejorable estación de esquí en la provincia de Huesca, en el centro del Pirineo Aragones, nada mejor que Formigal que ofrece los alojamientos más confortables y todos los servicios para los turistas que desean disfrutar de una buena estancia en la nieve considerada la más grande de España.

De esta forma, el esquí en Formigal es una excelente opción para unas vacaciones de temporada. Sólo hay que dirigirse al municipio de Sallent de Gállego anexa a la estación de esquí Aramón Formigal, a solo 2 km de la frontera con Francia.

Hecho, turismo rural en Huesca

Ahora que se marcha poco a poco el buen tiempo, es un buen momento para comenzar a planificar nuestras vacaciones de invierno. La provincia de Huesca, tan ligada a los Pirineos aragoneses, es un destino estupendo para pasar unos días de turismo rural, muy cerquita de las mejores estaciones de esquí de España, saboreando el gusto por la nieve y los paisajes nevados.

Pero también Huesca cuenta con una gran cantidad de pueblos pintorescos, rincones de piedra que se han aclimatado perfectamente a las temperaturas extremas de la región. Uno de los viajes baratos que podemos hacer en los próximos meses es hasta el pequeño pueblo de Hecho, capital del valle del mismo nombre, muy cerca de otro hermoso valle, como es el del Ansó, a orillas del río Aragón-Subordán.

Hasta aquí llegan en cualquier época del año turistas amantes del turismo rural, la naturaleza, el esquí, la fotografía, el montañismo, la escalada… Hecho es un laberinto de casas antiguas perfectamente restauradas y conservadas. Su arquitectura de montaña mezcla la piedra oscura con los balcones de madera y los tejados de pizarra. Calles estrechas y empedradas, pequeñas ventanas y grandes puertas de entrada.

Borau, a los pies de los Pirineos en Huesca

A pesar del frío que pasamos, y eso que solo estábamos a mediados de octubre, tengo que reconocer que disfrutamos muchísimo en el pequeño pueblo de Borau, situado a unos 85 kilómetros al norte de Huesca, a los pies de los Pirineos, muy cerquita de Aísa y de la estación de esquí de Panticosa. Una pequeña casa rural en el centro de Borau nos sirvió para poder disfrutar de un fin de semana de aire puro.

Borau es muy tranquilo, un delicioso pueblo de piedra que se halla junto al río Lubierre. Siendo especial predilección por este tipo de rincones empedrados. Precisamente la casa en la que nos alojamos, con su chimenea, era toda de piedra. Un laberinto de callejuelas angostas sirven de marco al corazón de Borau, calles que van buscando el rasgueo silencioso de su Iglesia de Santa Eulalia, del siglo XVI, que domina el racimo de casas de la población.

Al llegar a la iglesia divisas una panorámica preciosa del pueblo, con sus oscuros tejados de pizarra y el humo que exhalan sus chimeneas. En su interior hay que destacar el Crucificado del siglo XVII.

El Monasterio de San Juan de la Peña en Huesca

Apenas a unos veinte kilómetros de Jaca, en el pueblo de Santa Cruz de la Serós, o lo que es lo mismo en el corazón del Pirineo aragonés, se levanta posiblemente uno de los monumentos que asistió al nacimiento del reino de Aragón. El Monasterio de San Juan de la Peña, situado en la sierra del mismo nombre, en una oquedad de las rocas, es uno de esos rincones que merecen la pena ser conocidos en la provincia de Huesca.

Podéis llegar hasta aquí en coche desde cualquier punto. Podéis aprovechar las numerosas ofertas de vuelos que hay hasta Zaragoza, a 150 kilómetros del monasterio, o hasta Pamplona, a una hora en coche. Este monasterio, el más antiguo también conocido como Monasterio Viejo, fue fundado en el siglo XI con el fin de albergar los restos de los primeros reyes aragoneses.

Para los amantes del arte románico, entre los que me encuentro, este monasterio es toda una joya. En realidad podríamos decir que este monasterio es una especie de dos por uno, ya que por un lado tenemos el Monasterio Antiguo, con su Iglesia Baja del año 920 y la Iglesia Alta de finales del siglo XI, y por otro lado el Monasterio Alto o nuevo, que se construyó a finales del siglo XVII y principios del XVIII.

Sallent de Gállego, pueblo de montaña en Huesca

La nieve es una de las estampas más emblemáticas de Sallent de Gállego. No en vano es uno de los pueblos más pintorescos del Pirineo aragonés. Situado a más de 1300 metros de altitud, es uno de esos lugares ideales para hacer una escapada en cualquier momento del año.

Tanto para el invierno, con estaciones de esquí muy cercanas, como en primavera, verano u otoño para el turismo rural, Sallent de Gállego es un pequeño rincón en el que perderse. Su porte medieval y su entorno natural lo hacen muy atractivo. La Peña Foratata le da cobijo, mientras el Embalse de Naluza le sirve de espejo cristalino. La estampa que tenemos precisamente desde los alrededores del pueblo es única.

Tal vez tengáis pensado reservar vuestros hoteles en Astún, estación de esquí muy cercana a Sallent de Gállego. Se puede hacer una pequeña excursión hasta el pueblo, y hacer una ruta arquitectónica por el lugar, descubriendo monumentos como la Iglesia de la Asunción, del siglo XVI, el puente medieval, conocido cariñosamente como el Puente del Paco, de la misma época, además del entramado medieval de sus calles y callejuelas. Enormes casonas de piedra pirenaica se levanta en el centro de Sallent de Gállego.

Biescas, vacaciones en el Pirineo aragonés

Es curioso comprobar cómo lo que creías desde siempre un lugar de invierno puede resultar un magnífico destino turístico para cualquier época del año. Es lo que me ocurrió hace unos meses con Biescas, villa situada a unos sesenta kilómetros al norte de Huesca, muy cerca de la frontera francesa.

Siempre nos suena Biescas para unas vacaciones de invierno, sobre todo por encontrarse en pleno corazón del Pirineo aragonés. Hasta aquí llega mucha gente para hacer esquí en Panticosa, una de las mejores estaciones de esquí del Pirineo. Sin embargo, Biescas no sólo es un destino turístico de invierno.

Biescas es la puerta de entrada del Valle de Tena, uno de los valles más bonitos del norte de España, y que tenéis que disfrutar en primavera, verano u otoño. Un valle que alberga algunas de las mejores iglesias románicas que hay en España. En invierno las cumbres nevadas de este valle le dan también un aspecto magnífico.

Bielsa, corazón del Pirineo aragonés

No es que me guste pasar frío, pero qué buena época esta para darse una escapada al Pirineo aragonés, ¿verdad?. La silueta blanca de sus pueblos pintorescos, las maravillosas e imponentes cumbres nevadas como telón de fondo, y la posibilidad de practicar cualquiera de vuestros deportes de nieve.

Eso es lo que me lleva muchas veces hasta Bielsa, un pequeño pueblo en la provincia de Huesca, muy cerca del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Bielsa, además, está a poco más de 130 kilómetros de poder hacer esquí en Astún, una de las mejores estaciones de esquí del Pirineo aragonés.

Bielsa es ese lugar en el que encuentro paisajes inolvidables, tanto en invierno como en verano. Me encanta la tranquilidad de sus gentes, las excursiones que podemos hacer a picos, lagos, bosques, la frontera francesa apenas a doce kilómetros, o el magnífico pueblo de Aínsa, situado a unos 30 kilómetros.

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Monte Perdido

¿Os gusta hacer senderismo?. Ahora que llega el buen tiempo nada mejor que perdernos por algunos de los parques nacionales en España para disfrutar de sus vistas maravillosas. Hoy queremos fijarnos en los acantilados irregulares que rodean el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la provincia de Huesca.

Resulta impresionante ver las sombras de sus acantilados por encima de la vegetación. Aquí encontraréis una gran cantidad de vida silvestre y espectaculares saltos de agua. Ahora en primavera y sobre todo en verano es la mejor época para hacer senderismo por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, cuando han desaparecido las nieves.

Sin embargo, en invierno también se puede recorrer el parque, aunque hay que ser un explorador ya experimentado para perderse por aquí. Las temperaturas son muy bajas, y todo está cubierto de nieve.