Luarca, asomada al Cantábrico en Asturias

Luarca

Luarca, Asturias

A pesar de que el verano es tal vez la mejor época del año para visitar el litoral occidental asturiano, pasar unos días cuando llega el frío y el paisaje se vuelve más sombrío y nostálgico también tiene un punto evocador. Os cuento precisamente lo que viví días atrás pasando un fin de semana en la bella y hermosa Luarca.

Situada entre Navia y Cudillero, a 90 kilómetros al oeste de Oviedo, es posiblemente uno de los pueblos más bonitos de Asturias. En verano se puebla de gente gracias a sus playas y su oferta hotelera, de ahí que el otoño y el invierno sean mucho más relajados. Sin embargo, no son temporadas menos atractivas, qué duda cabe.

El río Negro divide el núcleo urbano de Luarca, acostado sobre una pendiente. Podéis subir hasta la Capilla de San Martín, de finales del siglo XVII y situada en el promontorio del barrio de la Peña, para disfrutar de una bella panorámica. A vuestros pies Luarca, el puerto y el azul intenso del mar.

Frente a esta capilla, al otro lado del pueblo, la Capilla de la Atalaya o de la Virgen Blanca, el faro y el cementerio. Este último, aunque los cementerios no suelen ser una visita muy turística, sí merece la pena por su pintoresquismo y la suntuosidad de algunos enterramientos indianos de principios del siglo XX.

Si bajamos de la Peña hasta el casco antiguo encontraremos entre otros monumentos la Iglesia de Santa Eulalia, construida junto al puerto a finales del siglo XIX, o el Palacio del Marqués de Ferrara, el más representativo de Luarca y que tiene sus orígenes allá por los siglos XV y XVI.

Nos quedarían por visitar en el centro histórico la Plaza de Alfonso X, centro neurálgico de la villa y en donde se levanta la silueta del Ayuntamiento, la Casa de los Marqueses de Gamoneda del siglo XVIII, y la Fuente del Bruxo, también del XVIII.

No es ni mucho menos el otoño o el invierno tiempo para darse un chapuzón en las playas de Luarca, pero sí para disfrutar de los intensos colores de su paisaje. Entre ellas hay que destacar la de la Cueva, en la zona este, y la de Otur al oeste. Un poco más lejos del núcleo urbano se halla la playa de Barayo, de notable belleza.

Luarca es un destino para todos los gustos. Muy animado y bullicioso en verano, se abre casi en silencio y para el turismo contemplativo y relajado en invierno. Dos caras de un mismo pueblo del litoral asturiano que encarnan la perfección de la belleza.

Foto Vía Foto Países

 

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