Benasque y su valle en los Pirineos

Benasque

Se acerca poco a poco la temporada invernal. Al menos así lo comienza a referir el frío en los armarios, despojándonos de las camisetas de manga corta y obligándonos a tomar los abrigos, los guantes y las bufandas. En algunos puntos llega antes, si no que se le pregunten a los habitantes de Benasque.

Este pequeño municio oscense se halla en pleno corazón de los Pirineos, a orillas del río Ésera, apenas a siete kilómetros de hacer esquí en Cerler. Aquí en invierno las temperaturas están casi siempre bajo cero y las nevadas son bastante frecuentes, algo propio de los climas de alta montaña.

El paisaje que rodea a la villa es de un gran interés para los amantes de la naturaleza, ya que alberga el mayor número de cumbres en Aragón que superan los tres mil metros de altitud. Impresiona verlo todo completamente nevado en invierno, pero también se disfruta especialmente el resto del año, cuando ofrece una amalgama bella de colores.

El Valle de Benasque se puede visitar en cualquier momento del año. Si bien es en invierno cuando alberga a más turistas, atraídos por el esquí y el snowboard, en verano es fantástico para los amantes de la naturaleza. Todo el valle está plagado de pequeños pueblos pintorescos, con una arquitectura muy particular.

Hay excursiones y rutas de senderismo para todos los gustos. Actividades como el esquí, el rafting, el piragüismo o el parapente, mil y un rincones con encanto para fotografiar y, sobre todo, pueblos en los que admirar iglesias, ermitas y una gastronomía sin igual. ¿Echamos en Benasque unos vinos de Somontano?

El pueblo de Benasque se encuentra dentro del Parque Natural de Posets-Maladeta. Allí mismo tenéis numerosas ofertas de alojamiento, tanto hoteles como hostales, pensiones, campings, casas de alquiler, etc… Un placer pasear por sus calles con sus casas de piedra y madera, típica arquitectura de los pueblos de montaña.

Rodeado completamente de montañas, las vistas desde cualquier punto de Benasque son maravillosas. Se respira aire puro sobre los tejados de pizarra. Difícilmente os encontraréis un lugar mejor a los pies de los Pirineos.

Foto Vía La Línea del Horizonte

 

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