Bárcena Mayor, pueblo con encanto en Cantabria

La carretera que te lleva a Bárcena Mayor es de esas de las que te preguntas en el coche: ¿saldrá esto a alguna parte?. Pues sí, sí que sale. Y a uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, por lo menos para mi gusto. Uno de esos pueblos con encanto, en donde hacer turismo rural en los meses de invierno debe ser una pasada.

Bárcena Mayor se halla a unos 70 kilómetros al suroeste de Santander. Es tan pequeño, y sus calles son tan empedradas, que el coche hay que dejarlo prácticamente a las afueras. O al menos es lo más recomendable. Ni que decir tiene que un fin de semana aquí lo merece, unas vacaciones en el corazón de Cantabria valen su peso en oro.

Siento especial predilección por lugares como Bárcena Mayor. Casas con tejados oscuros, puentes de piedra, álamos que apenas te dejan ver más allá de tres o cuatro casas, y su pequeña iglesia del siglo XVII. La sencillez de lo antiguo, lo tradicional, la naturaleza que se prende del corazón, algo así es lo que se puede encontrar por aquí.

Ejea de los Caballeros, excursión desde Zaragoza

Nos apetece hoy irnos de excursión por la provincia de Zaragoza. Hace buen tiempo y hemos decidido llegar hasta Ejea de los Caballeros, uno de los pueblos de la provincia que aún no habíamos tenido la oportunidad de visitar. Capital de la comarca de las Cinco Villas, la tenemos a unos 75 kilómetros al norte de Zaragoza.

Ejea de los Caballeros es uno de esos típicos rincones en donde se puede apreciar el pasado medieval y musulmán. El recorrido de sus calles, que se adecúan a la ubicación de la ciudad sobre una colina, nos invitan hoy a dar nuestro paseo. Ya quizás más adelante nos propongamos ir desde Ejea a hacer esquí en Astún, unos 140 kilómetros más al norte.

Por ahora nos quedamos en Ejea, conociendo sobre todo su patrimonio monumental. Comenzamos la visita en la Iglesia de Santa María de la Corona, que alberga elementos del románico, el gótico y el barroco, siguiendo por la Iglesia de San Salvador, construida en el siglo XIII y que, más que iglesia, se nos asemeja a una fortaleza.

Cadaqués, paseando por Girona

Va cayendo el sol lentamente sobre Cadaqués. No sé si será este el lugar en el que el astro rey más se engalane para disfrutar de los atardeceres. Lo que está claro es que siempre me apetece despedirlo bajo el amparo de la pequeña silueta de Cadaqués. Su pequeña orilla de casas blancas comienza a oscurecerse poco a poco.

Hoy Cadaqués no es aquel pueblo de pescadores que se vislumbra en las fotos en blanco y negro de cualquier taberna del pueblo. Artistas como Dalí, Picasso, Chagall, Man Ray, García Lorca o Luis Buñuel, entre muchos otros, le han dado una vida cultural y turística que bien merecía.

A Cadaqués se puede llegar fácilmente desde el Aeropuerto de Girona, o bien si tenéis reservados vuestros vuelos Barcelona. Este pueblo catalán nos sumerge en el mundo onírico y surrealista de Salvador Dalí, quien pasó aquí su infancia, y más tarde se vino a vivir cerca, a Port Lligat.

Las ruinas del viejo pueblo de Belchite

Dicen que la batalla que se produjo en Belchite durante la Guerra Civil es una de las más sanguinarias y terribles que se recuerdan. Visitándolo no nos cabe la menor duda. Tanto es así que Franco quiso recompensar a los suyos tras la victoria. Tanta fue la resistencia, tanta la batalla…

La verdad que la inmensa mayoría que se acerca hoy en día a Belchite, situado a unos 55 kilómetros al sur de Zaragoza, lo hacen atraídos por la historia de aquella trágica batalla. Queda una Belchite en la que parece que acaban de caer las bombas. Calles y casas devencijadas, por las que seguramente cada noche recorren historias de fantasmas y leyendas.

Si tenéis la suerte de llegar a Zaragoza en vuestros vuelos, Belchite es una excursión curiosa y fascinante a la vez. Impresiona pasear por esas callejuelas y contemplar los edificios y los impactos de las balas en sus muros. Un testimonio vivo que permanece inalterado, junto al nuevo Belchite que hubo de construirse a su lado tras la contienda civil.

Visita el Palacio Real de Aranjuez

Ya nos habían hablado de él pero, claro, hasta que no lo tuvimos delante no nos dimos cuenta de su belleza. La verdad que el Palacio Real de Aranjuez es uno de esos edificios que impacta por muchas cosas, empezando por su entorno. Enclavado entre los ríos Tajo y Jarama, la historia que encierra es también digna de apreciar.

Aranjuez se halla a unos 48 kilómetros al sur de Madrid. Su Palacio Real está catalogado desde el 2001 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. ¿Su historia?. Llena de avatares, casi tantos como habitaciones y salones tiene el edificio. Si reserváis vuestros vuelos Madrid ya sabéis, no os quedéis solamente en la capital.

Todo comenzó en 1560, con la colocación de la primera piedra del conjunto. No sé si aquel día se imaginarían lo que más tarde nos encontraríamos nosotros. Quedó tan contento Felipe II con el Escorial, que encargó la construcción de este palacio a los mismo arquitectos, Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. Para qué cambiar, ¿verdad?.

La Isla de los Periodistas en Benidorm

Pues no, no es que a este lugar vengan muchos periodistas, o precisamente vivan en ella. Más bien se trata de la Isla de Benidorm, aunque se le conoce popularmente como la Isla de los Periodistas. Antes de ir a verla nos preguntaron, ¿a que nunca habéis visto Benidorm desde el mar?. Pues no, pero desde la isla la verdad que se atisba estupendamente.

Hoy en día ya no vive nadie en la isla, aunque a mediados del siglo XIX sí contaba con varias familias de Benidorm, y en época anteriores había servido de refugio de muchos piratas que merodeaban por la zona con no muy buenas intenciones. Si tenéis vuestros hoteles en Benidorm, os puedo asegurar que es una excursión marina perfecta.

Así al menos hacéis algo distinto en la ciudad. Tanta playa y tanta marcha llegan a cansar, os lo digo de veras. Además esta isla tiene un gran valor ecológico y paisajístico, ideal también para los amantes del submarinismo, por contar con un fondo marino estupendo. Posiblemente le llamen a este lugar isla de los periodistas por las buenas fotos que se pueden hacer.

Las viejas murallas de Marbella

A muchos de los turistas que llegan en verano a una ciudad como Marbella seguro que les pasa inadvertido su centro histórico. Claro, entre playas, puertos deportivos, bares, restaurantes, discotecas y demás… Pero siempre hay que dejar un pequeño rinconcito de nuestras vacaciones para esos lugares más desconocidos.

Por ejemplo, ¿sabíais que Marbella cuenta con sus viejas murallas?. Pues sí, las antiguas torres y murallas que defendían y fortificaban a la ciudad. Datan de la época musulmana y, además de ser un atractivo histórico, representan la parte más antigua de la ciudad. Si tenéis vuestros hoteles en Marbella en el centro, seguro que las véis.

Se comenzaron a construir en el siglo IX, aunque el aspecto actual forma parte de las ampliaciones nazaríes del siglo XIV. Murallas y torreones defendían y cerraban la ciudad, en la que también teníamos la Alcazaba o Castillo, además de una mezquita, ubicada en el lugar en el que ahora se levanta la Iglesia de la Encarnación.

Vacaciones de verano a Benalmádena

Benalmádena es una encantadora ciudad localizada en la provincia de Málaga, en la comunidad autónoma de Andalucía y es uno de los destinos para las vacaciones de verano en la Costa del Sol.

Y es que para esta próxima temporada veraniega los vuelos low cost serán muy buscados en la web ante el interés de los turistas que visitan este popular complejo cada año que se encuentra al oeste 15 km al sur del aeropuerto de Málaga entre entre las localidades de Fuengirola y Torremolinos.

Lo cierto que esta ciudad se extiende a lo largo de 8 kilometros de la costa, que sube bruscamente hasta en las montañas. El teleférico de la costa hasta la cima de la montaña es un viaje bien vale la pena pero no se recomienda para quienes tienen miedo a las alturas.

La Graciosa, excursión desde Lanzarote

Seguro que de las Islas Canarias conocéis Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, El Hierro, Lanzarote y La Gomera. Sin embargo, ¿qué tal si os decimos que hay una isla más?. Sí, para quien no lo sepa, al norte de la isla de Lanzarote encontramos La Graciosa.

Si tenéis vuestros hoteles en Lanzarote, debéis ir hasta el pequeño pueblo de Orzola, a unos 35 kilómetros al norte de Arrecife, la capital, para desde allí tomar el catamarán que os lleva a La Graciosa. Apenas se tarda unos veinte minutos en llegar, aunque lo mejor es aprovechar el viaje, ya que las vistas son preciosas.

En La Graciosa desembarcamos en Caleta de Sebo, un pequeño puerto que tiene una playa preciosa y muy turística, por cierto. Tanto es así que desde el mar veréis pequeñas casitas blancas, y una fila de tiendas y cafeterías. Hay varias playas además de esta de Caleta de Sebo, por lo que se puede organizar un pequeño viaje por ellas.

Ciudad Rodrigo, excursión desde Salamanca

 

Cuando poco a poco va apuntando en el calendario la primavera, me gusta darme alguna escapada por tierras castellanas. Sentir aún el frío, a pesar del sol que suele picar en lo alto, atisbar las cumbres nevadas y los pueblos pintorescos que salpican la extensa llanura. Una ruta maravillosa buscando el tiempo detenido en alguna parte.

La última de estas escapadas la hice a Ciudad Rodrigo, un interesante rincón de la provincia de Salamanca, y que alberga un conjunto histórico y monumental de gran valor. Ciudad Rodrigo es de esas ciudades en las que gusta pasear, sentir, disfrutar. Vieja y amurallada, ir callejeando por ella es ir relatándonos buena parte de su historia.

Reservé mis hoteles en Salamanca, y me fui directo a Ciudad Rodrigo, apenas a 85 kilómetros al suroeste. Lo primero que vislumbras son sus murallas, de dos kilómetros de perímetro. Fueron construidas en su mayoría en el siglo XII, y aparecen tan bien conservadas que se puede pasear por ellas, sirviéndonos de magnífico mirador.