Visita a la villa costera de Comillas

De viaje por Cantabria existen ciudades y lugares maravillosos para conocer como su capital Santander o la bonita ciudad de Santillana del Mar, Vicente de la Barquera y Comillas.

Sin lugar a dudas una visita obligada en el viaje por Cantabria es la ciudad de Comillas, situada a sólo 50 kilómetros de Santander y muy cerca de Santillana del Mar, se trata de un pintoresco poblado que invita al visitante a descubrir rincones increíbles de una arquitectura magnífica.

Para hospedarse los hoteles con encanto en Cantabria suelen ser la mejor elección ya que reúnen todo aquello que el viajero necesita,  además los hay en todas las ciudades y logran satisfacer los gustos y necesidades aún de los más exigentes.

Construcciones de estilos variados pueden verse recorriendo la ciudad como la Universidad Pontificia, el Palacio de Sobrellano y El Capricho, un bello y raro edificio proyectado por Antonio Gaudí, cuando aún no había desarrollado el estilo dentro del modernismo que luego lo hiciera famoso.

Fue en el año 1883 y por encargo especial del Marqués de Comillas que este edificio se comenzó a construir. El Marqués solicitó a Gaudí la construcción de una finca de recreo situada al lado del Palacio de Sobrellano y el nombre con el que se lo conoce es una clara descripción de lo que se trata esta excéntrica construcción.

Con una cierta influencia árabe, se destacan en la finca su pórtico de entrada y las cuatro columnas sumadas a sus originales capiteles con una torre de formato cilíndrico que sirve de terminación, sumando al conjunto unas franjas de azulejos en relieve que muestran girasoles y hojas verdes.

En la actualidad El Capricho sigue siendo el edificio más visitado por quines llegan a Comillas a pesar que hoy se ha transformado en un restaurante de lujo y tienda de souvenirs.

Otro de los edificios emblemáticos de Comillas es el Palacio de Sobrellano, conocido también como el Palacio del Marqués de Comillas, es un hermoso Palacio que fuera encargado por el marqués de Comillas. Tiene todo el aire y encanto de un palacio de cuento de hadas con una fachada muy original compuesta de galerías abiertas y una clara influencia del inglés neogótico. Fue construido entre los años 1881 y 1888 por Joan Martorell, importante arquitecto catalán

En su interior alberga elegante mobiliario,  parte del cual fue diseñado por Antonio Gaudí. Lo más destacado es su capilla-panteón de estilo neogótico, además de sus mausoleos de mármol. Este edificio se utiliza en la actualidad como centro cultural y de exposiciones.

La Universidad Pontificia por su parte, se encuentra en una alta explanada desde donde es posible ver toda la villa. En ella se destacan  las puertas, escaleras y otros detalles que fueran realizados por el arquitecto Doménech y   algunos de los diseños que pertenecen a Joan Martorell quien también participó de la obra.

La construcción de esta obra fue ordenada por el Marqués de Comillas y en un principio su función sería la de un seminario. Hoy y a pesar que la universidad se ha trasladado a Madrid durante el verano se realizan aquí algunos cursos de inglés dedicados a los más jóvenes.

Comillas también ofrece a los viajeros su hermosa playa que invita a un día de relax y descanso, disfrutando del armonioso entorno natural. Muy cerca también es posible llegar a la vecina playa de Oyambre y unos kilómetros más alejada se encuentra la Playa de Merón justo al otro lado de la ría de San Vicente de la Barquera.

Un lugar pintoresco, colmado de historia y de una hospitalidad inigualable, la villa costera de Comillas es un lugar imperdible.

Foto Vía: La Zapatilla

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