Santillana del Mar, sueño medieval en Cantabria

Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar

Acabamos de estar en Santillana del Mar. Habíamos oído hablar de ella, en especial por las célebres Cuevas de Altamira que se encuentran a unos dos kilómetros de la población. Pero, lo que no sabíamos, es que nos íbamos a encontrar con un conjunto monumental de gran valor entre las calles de Santillana.

Ya saben el dicho aquel de que Santillana del Mar ni es santa, ni es llana, ni tiene mar, ¿no?. Pues, con estas tres premisas comenzamos a callejear por su centro histórico. Callejuelas empedradas llenas de casonas nobiliarias, una verdadera reliquia en la vida del hombre, como la definió en su día Jean Paul Sartre.

Y es que Santillana del Mar vive el sueño del siglo XVI, y aún no ha despertado. A mí, que tanto me gustan las iglesias románicas, mira por dónde vine a darme con el mejor románico en la preciosa Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar. Su parte más antigua data del siglo XII y, aunque se le han hecho profundas restauraciones, no ha perdido para nada su encanto medieval. Una gozada.

Si queréis, podéis entrar en ella, y disfrutar de su nave central, el retablo mayor, o el claustro del siglo XIII que hay en la fachada norte. Alberga también un museo, dedicado a Jesús Otero, escultor local.

Salimos de esta maravillosa colegiata, y seguimos descubriendo el sueño del siglo XVI en el que se halla inmerso Santillana del Mar. Palacios por aquí, casas nobiliarias por allá, y entre este conjunto, la figura de la Torre del Merino, símbolo del poder señorial del siglo XIV, o la Torre de Don Borja.

Dejamos atrás torres, palacios y casonas, y nos encontramos con la Fundación Santillana, uno de los centros culturales más prestigiosos quizás de toda Cantabria. Podéis acercaros al Museo Diocesano, que se ubica hoy en el Convento de Regina Coeli, con 800 obras de arte popular, y al Convento de San Ildefonso, del siglo XVII.

Para el final, una pequeña sorpresa un tanto macabra, el Museo de la Inquisición, donde se exhiben instrumentos de tortura y ejecución.

Y nosotros que nos pensábamos que los turistas venían a Santillana del Mar sólo por sus famosas Cuevas de Altamira. Espero que la tengáis en cuenta en vuestra próxima escapada.

Foto Vía José Miguel M.P.

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