Valverde y Frontera, conociendo El Hierro

En los últimos meses venimos asistiendo a una serie de fenómenos geológicos de gran magnitud en la isla canaria de El Hierro. Para muchos, desde la distancia, suponen un espectáculo de la naturaleza. Sin embargo, hay que estar precisamente allí para darse cuenta, especialmente entre la población, que de espectáculo tienen poco, ciertamente.

Seísmos de pequeña magnitud, aunque algunos han alcanzado ya los 4,4 grados en la escala Richter, un intenso olor a azufre en diferentes puntos de la isla, sobre todo en la zona costera, y todo el turismo completamente parado. La economía en El Hierro vive fundamentalmente de la pesca y del negocio del submarinismo y, claro está, en estas condiciones es prácticamente imposible seguir con el desarrollo normal de ambas.

Para aquellos que no conozcan El Hierro y tengan pensado planificar unas vacaciones islas canarias (aunque no vayáis precisamente a esta isla) hay que precisar que su capital es Valverde, en el que viven unos cinco mil habitantes. En ella destaca la Iglesia de la Concepción, construida en el siglo XVIII, con su torre y la imagen, en su interior, de una de las tallas más hermosas del imaginario religioso canario.

En los alrededores de Valverde podemos encontrarnos con el Paisaje Protegido de Timijiraque, compuesto sobre todo por una serie de acantilados de más de 800 metros de altura.

Apenas 17 kilómetros al sur de Valverde se halla el otro núcleo importante de población de la isla, Frontera. De ella hay que destacar la visita a la Iglesia Parroquial de la Virgen de la Candelaria, construida en 1929, aunque sobre las ruinas del templo antiguo, que databa de las primeras décadas del siglo XVII. A su alrededor tenemos rincones como el Mirador de Jinama, el Balneario del Pozo de la Salud o el Faro de Orchila.

A día de hoy tal vez no sea el mejor momento para viajar a El Hierro, ni tan siquiera (qué pena, por cierto) para probar sus célebres potajes, pucheros y sancochos. Esperemos que pronto se abra nuevamente la isla al turismo. La riqueza que podemos encontrar en ella es única y genuina.

Foto Vía Abierto por Vacaciones

 

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