Fornells, la bahía más hermosa de Menorca

Quién le iba a decir hace algunas décadas a aquel pequeño pueblo de pescadores de Fornells que se iba a convertir en uno de los grandes destinos turísticos de la isla de Menorca. No por ello ha dejado su carácter tradicional y encantador, aun ante la masiva afluencia cada verano de miles y miles de turistas a sus calas y playas, con el lejano aroma de la célebre caldereta de langosta y el sonido del Mediterráneo a sus pies.

Si tenéis reservados vuestros vuelos baratos a Menorca, Fornells es uno de los pequeños rincones que os recomiendo. Situado apenas a unos 25 kilómetros al norte de Mahón, la capital menorquina, su bahía es sin ninguna duda, al menos para mí, una de las más hermosas de las Baleares. En ella, desde siempre, han fondeado pequeñas embarcaciones que salían a la mar en busca de esas preciadas langostas que tanto bien le han hecho a Fornells en el aspecto gastronómico.

Fornells creció como un pueblo de pescadores en torno a un pequeño fuerte que servía de torre de vigilancia ante la llegada de los temidos piratas berberiscos que solían merodear por la zona. Aquella historia con encanto ha dado lugar a una Fornells turística y moderna, con su puerto deportivo, sus restaurantes de pescado y marisco y una vida nocturna, quizás no tan poderosa como otras ciudades de la isla, pero sí animada y especial.

Si os apetece, que es lo más recomendable, daros un pequeño paseo por el centro histórico de Fornells. Es el encanto de lo antiguo y tradicional el que os saldrá al paso. El laberinto de callejuelas empedradas, que parten de la Plaza de S’Algaret, van buscando armoniosamente el refugio de la Iglesia de San Antonio Abad. Pequeños bares y tabernas os servirán para descansar durante el camino.

Pero, como os decía antes, la bahía de Fornells es de tremenda belleza. Os recomiendo alquilar un coche en la isla y haceros con una pequeña ruta de los alrededores. Hay lugares especiales, como la Punta Grossa, al lado de Na Macaret, y que va bajando por Son Parc, Son Saura de s’Olla y Ses Salines, hasta llegar nuevamente a Fornells.

Hacia el otro lado de la costa tenemos Naya Fornells, Santa Teresa y Binimel-la. Todo este recorrido se ve salpicado de pequeñas playas y calas vírgenes, muy características de toda Menorca, y por los hermosos acantilados, como los de Na Guillemassa. Las vistas que se pueden tener desde ellos son sencillamente impresionantes.

Dejaros seducir por el encanto de Fornells, y acercaros hasta aquí. Viviréis una experiencia de paz y tranquilidad en un ambiente muy animado.

Foto Vía Disfruta Menorca

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