El Barrio de Triana en Las Palmas de Gran Canaria

Calle Mayor de Triana

Si mencionamos el Barrio de Triana, muchos seréis los que os vayáis con la imaginación hasta el célebre rincón sevillano, separado de la ciudad por el río Guadalquivir. Sin embargo, el nombre de Triana no es exclusivo de la ciudad andaluza, sino que uno de los corazones más bulliciosos de Las Palmas de Gran Canaria lleva precisamente este nombre.

Lo que es curioso es que el nombre de este barrio canario le viene por su parecido con la Triana sevillana. Barrio popular, bullicios y comercial donde los haya, es uno de los lugares por los que sin duda pasearéis si tenéis reservados vuestros vuelos baratos a Gran Canaria y pensáis visitar Las Palmas.

Su centro neurálgico bien podría ser la calle Mayor de Triana, una avenida llena de tiendas y establecimientos, así como edificios de hermosas fachadas. No en vano, y a diferencia de Vegueta, el otro barrio histórico de la ciudad, Triana es más burgués, y los estilos arquitectónicos son mucho más acusados, con casas que fueron construidas entre los siglos XVIII al XX.

Completamente peatonal, por esta calle Mayor de Triana pasan cada día miles de turistas y lugareños. Pero no es ni mucho menos el único atractivo de este barrio. Paseando por sus calles y avenidas, especialmente recomendables de día, encontramos la silueta del Teatro Pérez Galdós, uno de los grandes recintos culturales de la ciudad. Cerca de este teatro podemos ver la Casa Museo de Pérez Galdós.

Continuamos nuestro deambular por el barrio, llegando a la Plaza de Cairasco, que alberga el Gabinete Literario, abierto a mediados del siglo XIX. Aquí podemos hacer una pequeña parada en el café-restaurante que dispone en su terraza. Después nos quedaría pasear por la Avenida de Colón, ver la Iglesia de San Francisco de Asís, que data del siglo XVII, y descansar al norte del barrio en el Parque de San Telmo.

Triana es un barrio vivo, alegre, bullicioso, ideal para pasear. Un enclave en el que disfrutar del turismo comercial, una visita imprescindible por las fachadas de sus edificios, el grato aroma de lo antiguo y lo moderno en una ciudad que gusta de guardar como oro en paño sus tradiciones.

Foto Vía Talavan

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