Toledo, la ciudad de las Tres Culturas

Así como Madrid, Barcelona o las islas paradisíacas de Mallor o Gran Canaria, Toledo es una verdadera joya española. Y esto posee muchos puntos de interés turísticos que son hermosos e inolvidables por lo que es uno de los principales destinos de los turistas.

En este sentido, los hoteles en Toledo están a su disposición en la web para hacer una reserva tanto en hoteles de lujo como en los más económicos con la garantía y prontitud del caso  para unas vacaciones gratificantes rodeado de joyas arquitectónicas que te transportarán a la época medieval.

Toledo es la capital de la provincia homónima y de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, conocida como la Ciudad de las Tres Culturas, por haber estado poblada durante siglos por judíos, cristianos y árabes.Esta unión de las tradiciones se refleja en la arquitectura, donde se puede apreciar el estilo mudéjar, una mezcla de estilos islámica y cristiana, que predomina en la ciudad.

Te sorprenderá que la ciudad se encuentre sobre una colina a 100 metros de altura desde donde se observa el río Tajo. Y en un recorrido por su casco histórico observarás varias sinagogas, mezquitas e iglesias que se levantan erguidas entre calles que se caracteriza por la mezcla de estilos artísticos.

Sobre sus orígenes, la historia relata que Roma conquistó un bastión de los pueblos en 190 a. C. y le dio el nombre de Toletum. Se convirtió en una ciudad muy importante en todo el primer siglo que queda hasta el día de hoy con su legado cultural greco-latina. En el año 569, después de la caída del Imperio Romano, el rey de los visigodos establece su corte en Toledo y en 589 se convirtió en la capital política y religiosa de Hispania. En 712 los moros conquistaron la ciudad ocupándola durante 373 años.

En 1085, cuando Alfonso VI tomó la ciudad, muchos de los habitantes musulmanes decidieron quedarse con los cristianos y los Judios. La armonía entre las tres culturas dió frutos tan notables como la Escuela de Traductores de Toledo. Con la coronación de Carlos V 1518, Toledo se convirtió en la ciudad más importante, conocida como La Capital Imperial.

En 1561 el rey Felipe II decidió trasladar la Corte a Madrid, iniciando un período de decadencia política, pero sin efecto sobre los aspectos religiosos, artísticos y culturales. Fue justo en ese momento cuando El Greco decidió instalarse en la ciudad y para pintar la mayoría de sus obras de arte famosas.

Hasta que en 1989 la UNESCO declaró a Toledo un patrimonio cultural de la ciudad de la humanidad en el reconocimiento de su singularidad, ya que es casi imposible caminar sin encontrarse con una antigua mezquita, una iglesia gótica o mudéjar, una estructura románica o visigoda, una sinagoga, o un renacimiento palacio.

Y entre sus atracciones turisticas destaca el Castillo de San Servando. Castillo medieval que se encuentra  junto a la ribera del río Tajo y a la Academia de Infantería. Se inició su construcción como monasterio en 1088 en tiempos en que reinaba Alfonso VI y después se convirtió en alcázar.

Igualmente atrayente para una visita es la Catedral de Santa María de Toledo,  sede de la Archidiócesis de Toledo, de estilo gótico y cuya construcción comenzó en 1226 bajo el reinado de Fernando III el Santo. Está construida con piedra blanca de Olihuelas (en el término de Olías del Rey).

Y si de gastronomía se trata, la cocina tradicional castellanomanchega, está muy ligada a la caza y al pastoreo con una combinación de las influencias moriscas y cristianas. Entre sus platos destacan el cordero asado o guisado, como cochifrito, la carcamusa, las gachas manchegas y la tortilla a la magra, así como el queso manchego y el mazapán.

Foto Vía arqhys

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