Visita a Toledo desde Madrid en un día

El verano se va y empieza la época de las excursiones de interior. Una de mis favoritas es visitar Toledo desde Madrid, ya que al estar bastante cerca se puede ir y volver en el día sin perder demasiado tiempo en el coche.

Para viajar a Toledo hay principalmente dos opciones, el tren y el coche. El tren merece la pena si vas solo. La cosa se iguala si vais dos y desde luego el coche gana la partida si vais más de dos especialmente si entre los viajeros hay niños. Incluso para aquellos que no tengan coche, seguramente les merezca la pena alquilar un coche en Firefly en el Aeropuerto de Madrid, ya que tiene unos precios realmente bajos. Si finalmente te decides por esta opción, el itinerario es muy sencillo. Solo tienes que coger la A-42 y en aproximadamente en una hora estarás llegando a Toledo.

Una vez llegues a la ciudad, te recomiendo que aparques cerca de la Puerta de la Bisagra ya que es uno de los mejores puntos para iniciar la visita. En Pº Recaredo, 22 tienes un parking.

El casco histórico toledano consiste en un sinfín de monumentos y cosas que ver, por lo que en un solo día es difícil que lo abarques todo. Los imprescindibles son:

Plaza de Zocodover esta plaza porticada es un lugar de referencia, porque si el día de tu viaje está pasando algo en Toledo, seguro que estará sucediendo en la Plaza de Zocover. Cuando visites este lugar, piensa que ha asistido a momentos históricos y no todos agradables, pues allí se celebraban los autos de fe de la inquisición.

La Catedral Primada comenzó a construirse en 1227 sobre la anterior catedral de origen visigodo. Las obras terminaron en 1493, lo que nos da una idea de su valor y magnitud. Cuando la visites no dejes de detenerte en la Capilla de la Descensión, pues es donde está el verdadero germen de este edificio, ya que es el lugar en el que se encontraba el altar de la catedral anterior.

Mezquita del Cristo de la Luz: Si por algo destaca la historia de Toledo es por la mezcla de culturas que históricamente de ha dado en sus calles. Esta mezquita es la mejor representación de ello.

Construida en el año 999 es una muestra perfecta de cómo lo cristianos adaptaron las construcciones musulmanas a su propia cultura. Eso sí, de ahí a decir que Toledo fue un ejemplo de convivencia, hay un salto importante. La convivencia de la época fue más que complicada.

A la hora de comer te recomiendo que busques un menú del día, ya que será lo más barato y estará bueno. Eso sí, si antes quieres tomar alguna tapa, no dejes de pedir la típica carcamusa, un guiso de carne un poco picante, que acompañado de patatas fritas está delicioso.

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