Los Cuchillos de Vigán en Fuerteventura

Cuando vas a Fuerteventura te encuentras a muchos turistas y lugareños con sus tablas de surf. Raro es encontrar una playa o pueblo de la costa que no tenga sus típicas tiendas de alquiler de tablas o sus escuelas para practicar este deporte. Además te ves hoteles por todas partes, pequeños apartamentos blancos, terrazas, restaurantes…

Fuerteventura es una isla turística y, aunque a muchos les parezca lo contrario, un refugio natural de singular belleza. Allí he encontrado rincones en los que la naturaleza ha dejado su impronta de una manera diferente. Un ejemplo de esto que os comento es el Monumento Natural Cuchillos de Vigán, situado en la costa sureste de la isla, junto a Las Playitas, cuarenta kilómetros al sur de Puerto del Rosario.

Su nombre le viene dado por su peculiar forma. Con el paso de los siglos sus montes y laderas han ido adquiriendo la apariencia de cuchillos. La cima más alta es la Montaña de Vigán, de 462 metros, y entre estos cuchillos se alternan anchos valles de un color oscuro que hacen de este lugar un rincón casi inquietante, especial si estáis de vacaciones Fuerteventura.

En esos valles y montes hay que destacar una nutrida flora autóctona, y una fauna caracterizada por la presencia de guirres, águilas pescadoras y halcones de berbería. Asimismo, para los amantes de los yacimientos prehistóricos, se han encontrado también fósiles marinos de gran interés científico.

La pena a todo esto es que, a pesar de ser un lugar de gran belleza y curiosidad natural, apenas sea conocido, salvo por los lugareños. Una de las razones tal vez puede ser la dificultad para llegar hasta el monumento, ya que no hay carreteras asfaltadas, sino que hay que transitar por caminos de tierra, lo que provoca que, si no somos muy amantes del senderismo y la naturaleza, más que una visita turística sea un pequeño engorro.

Y eso que los Cuchillos de Vigán, con sus seis mil hectáreas, es el monumento natural de montañas más extenso de la isla. Sus crestas, si fueran más conocidas y transitadas, seguro que se convertirían en bellas imágenes de la isla. Su color oscuro, casi de chocolate, le darían otro sentido al entorno natural de Fuerteventura.

Foto Vía Visita Fuerteventura

 

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