Haro, tierra del vino en La Rioja

Seguro que muchos de vosotros conocéis a La Rioja como una de las grandes tierras de vinos de nuestra geografía española. Pues bien, nuestro protagonista de hoy, Haro, es uno de los puntos clave para conocer el comercio vinícola de esta región.

De esto se da uno cuenta fácilmente cuando visita Haro, sobre todo cuando se deja caer por el centro histórico, entre la Plaza de la Paz y la Iglesia de Santo Tomás, la zona que se conoce como la Herradura. Aquí encontraréis una gran cantidad de tascas y restaurantes donde la carta de vinos es sencillamente envidiable.

En esa Plaza de la Paz se halla el Ayuntamiento del siglo XVIII y una serie de casas nobiliarias, como el Palacio de Paternina, del siglo XVI, y un curioso templete musical. Sentaros en alguna de sus tascas, como os decíamos, a disfrutar del buen vino, unas tapas y el ambiente.

Con las fuerzas repuestas tomamos la Iglesia de Santo Tomás como visita imprescindible. Está situada en el barrio a los pies del antiguo castillo, y fue construida entre los siglos XVI y XVII. Aún recuerdo con admiración su elegante portada plateresca llena de estatuas que representan escenas de la Pasión de Cristo y a Santo Tomás introduciendo sus dedos en las llagas.

En el interior nos espera la elegancia de sus columnas cilíndricas, el retablo mayo y el órgano, ambos de estilo barroco. No iros de la zona sin visitar el Palacio de los Condes de Haro, edificio barroco de los siglos XVII y XVIII que se halla junto a la iglesia.

Otro de los templos que merecen nuestra visita en Haro es la Basílica de Nuestra Señora de la Vera, del siglo XVII. Dedicado a la patrona de la ciudad, tiene una decoración barroca muy notable. Cerca de esta iglesia se halla la Estación Enológica, que alberga hoy el Museo del Vino de La Rioja, al que tampoco podéis faltar.

Si tenéis la intención de acceder a alguna de las bodegas de Haro os podemos decir que hay unas quince, la mayoría de ellas en el Paseo de la Estación, y que para visitarlas es recomendable pedir cita con antelación.

Haro es un lugar muy tranquilo que os encantará visitar. Un fin de semana es tiempo perfecto para saborear su historia, su patrimonio, y claro está, el aroma de sus vinos.

Foto Vía Il Cavaliere Inglese

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