Torrelavega, escapada en Cantabria

Apenas a 25 kilómetros al suroeste de Santander se halla la ciudad de Torrelavega, posiblemente la segunda más importante de Cantabria. Una excursión que se antoja imprescindible si estamos en la región, aunque para muchos haya desplazado su encanto antiguo por el entramado industrial que ahora predomina en ella.

Sin embargo a Torrelavega no solo hay que verla como el conjunto que ocupan sus calles, plazas y avenidas. El entorno natural que la rodea, con una serie de interesantes rutas de senderismo y, sobre todo, sus cuevas prehistóricas de gran valor arqueológico, la hacen más que atractiva. De ahí que, a la hora de ir hasta nuestro buscador de vuelos para viajar a Cantabria, Torrelavega sea un punto determinante.

Un paseo por el centro histórico de Torrelavega, cuyo nombre parece que tiene su origen en el linaje de Garcilaso de Vega, nos ha de llevar en primer lugar hasta la Iglesia de la Asunción, construida en estilo neogótico a principios del siglo XX. A pesar de su reciente construcción, en su interior podemos ver diferentes obras de arte de los siglos XVIII y XIX, el Cristo de la Agonía y la tumba de Leonor de la Vega, madre del Marqués de Santillana.

Cabezón de la Sal, mar y montaña en Cantabria

Tierra adentro, a 45 kilómetros al suroeste de Santander, se halla la pequeña población de Cabezón de la Sal. Pueblo que nos ofrece uno de los mejores ejemplos del carácter montañés de Cantabria, aun estando a menos de veinte minutos del mar.

Este es uno de los grandes atractivos de los pueblos de Cantabria. En unos minutos podemos sentir el ambiente del mar y la montaña. Si reserváis vuestros vuelos baratos a Santander, seréis testigos rápidamente de esta sensación.

Su nombre le viene desde tiempos inmemoriales, cuando las minas de sal eran la principal fuente de economía de sus habitantes. Lo de cabezón se puede entender como una vieja medida para esta sal, o bien por una vieja torre medieval, llamada cabezo, que servía de vigilancia para la población y sus gentes. Lo que sí está claro es que las minas de sal se explotaban ya incluso antes de la llegada de los romanos.

Visita a la villa costera de Comillas

De viaje por Cantabria existen ciudades y lugares maravillosos para conocer como su capital Santander o la bonita ciudad de Santillana del Mar, Vicente de la Barquera y Comillas.

Sin lugar a dudas una visita obligada en el viaje por Cantabria es la ciudad de Comillas, situada a sólo 50 kilómetros de Santander y muy cerca de Santillana del Mar, se trata de un pintoresco poblado que invita al visitante a descubrir rincones increíbles de una arquitectura magnífica.

Para hospedarse los hoteles con encanto en Cantabria suelen ser la mejor elección ya que reúnen todo aquello que el viajero necesita,  además los hay en todas las ciudades y logran satisfacer los gustos y necesidades aún de los más exigentes.

Playas y rutas por la costa de Cantabria

Cuando uno planea unas vacaciones en Cantabria, como las mías de este año, resulta todo un placer leer que tiene más de 280 kilómetros de costa. Como aún no he mirado alojamiento, pienso que lo mejor será alquilar un coche e ir descubriendo la carretera de la costa de esta franja cantábrica. Mar impetuoso, acantilados y playas, pueblos pintorescos y una naturaleza exhuberante. Difícil poder pedir más, ¿no?.

Ya tengo reservados mis vuelos baratos, y ahora solo queda ir perfilando los detalles del viaje y lo que queremos ver. Porque en esos más de 280 kilómetros hay catalogadas oficialmente más de setenta playas. Rincones inolvidables para tumbarse al sol, pasear, descansar del estrés, darse un chapuzón, hacer surf o uno de mis deportes favoritos: contemplar desde la terraza, con una buena cerveza, todo mi alrededor.

La ruta de la costa cántabra puede iniciarse en Tina la Mayor, junto a la frontera asturiana, a muy pocos kilómetros de San Vicente de la Barquera. Aquello dicen que es el reino de los amantes del surf. San Vicente de la Barquera es un pueblo realmente precioso. Sus alrededores cuenta con playas que tengo ganas de conocer, como la de Tostadero, Fuentes, Merón y, un poco más allá, la de Oyambre.

Bárcena Mayor, pueblo con encanto en Cantabria

La carretera que te lleva a Bárcena Mayor es de esas de las que te preguntas en el coche: ¿saldrá esto a alguna parte?. Pues sí, sí que sale. Y a uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, por lo menos para mi gusto. Uno de esos pueblos con encanto, en donde hacer turismo rural en los meses de invierno debe ser una pasada.

Bárcena Mayor se halla a unos 70 kilómetros al suroeste de Santander. Es tan pequeño, y sus calles son tan empedradas, que el coche hay que dejarlo prácticamente a las afueras. O al menos es lo más recomendable. Ni que decir tiene que un fin de semana aquí lo merece, unas vacaciones en el corazón de Cantabria valen su peso en oro.

Siento especial predilección por lugares como Bárcena Mayor. Casas con tejados oscuros, puentes de piedra, álamos que apenas te dejan ver más allá de tres o cuatro casas, y su pequeña iglesia del siglo XVII. La sencillez de lo antiguo, lo tradicional, la naturaleza que se prende del corazón, algo así es lo que se puede encontrar por aquí.

Castro Urdiales, la belleza de Cantabria

Aquel que tenga interés en adentrarse en el corazón de Cantabria no debería perderse la sensación que uno puede llevarse al visitar Castro Urdiales. Situado a unos 65 kilómetros al este de Santander, muy cerca ya del País Vasco, esta población tiene sin duda uno de los conjuntos urbanos más bonitos de la región.

Habría que ir a nuestro buscador de vuelos para poder llegar hasta aquí, y realizar una bella ruta turística cántabra. La historia de Castro Urdiales quizás se encuentre alrededor de su puerto, antiguo puerto ballenero de gran importancia. Si no os lo creéis, aún como recuerdo y testigo aparece la Punta de la Ballena, desde donde se vigilaba y avistaba a estos grandes animales.

Desde el puerto se puede ir subiendo por su entramado de calles, para llegar a la Iglesia de Santa María de la Asunción, construida en el siglo XIII. Dicen los entendidos del mundo del arte que es el mejor templo gótico que se puede ver en Cantabria. No seremos nosotros quienes lo pongamos en duda, ya que impresionar os aseguro que impresiona.

Potes, un fin de semana en Cantabria

Alrededor del Parque Nacional de los Picos de Europa hay una serie de pueblos pintorescos de enorme belleza. Son muchos los turistas que se acercan a ellos en busca del aire puro, las montañas y la naturaleza. De entre todos ellos hoy nosotros nos queremos quedar al amparo de las piedras de Potes.

Potes se halla a poco más de cien kilómetros al suroeste de Santander, por lo que seguro que encontráis muchas ofertas de vuelos para llegar. Conocido como la capital del orujo, no en vano se celebra un festival muy interesante aquí en el mes de octubre, el paisaje que nos rodea en Potes es absolutamente maravilloso.

Pasear por las callejuelas empedradas y sinuosas de Potes es una delicia, contemplando monumentos como la Torre del Infantado, uno de los edificios más hermosos de toda Cantabria, y que hoy es la sede del Ayuntamiento de Potes. La vista que se tiene desde este edificio, con las cumbres de los Picos de Europa como telón de fondo, es magnífica.

Santoña, belleza natural en Cantabria

He visto en mis viajes playas bonitas, pero quizás como la Playa de Berria, en la ciudad de Santoña, muy pocas. No me extraña que casi siempre esté llena de turistas que sólo sepan decir que es una de las playas más bonitas de Cantabria. Tumbados al sol de esta playa rememoramos el encanto de Santoña.

Santoña, la ciudad de las anchoas, puerto pesquero que se abre al Cantábrico. Sentado en este lugar uno mira la inmensidad del mar, sólo recortado por los pequeños barcos que cada noche van en busca del preciado tesoro de sus casas. Santoña, cuna del navegante Juan de la Cosa, quien dibujó el primer mapa que se conoce de América y el primer mapa mundi.

Precisamente en el paseo marítimo veréis un monumento a este navegante. Os recomiendo pasear por su puerto, especialmente a la caída de la tarde. Contemplaréis el Fuerte de San Martín, a los pies del Monte Buciero, fortaleza del siglo XVII que hoy alberga el Parque Cultural Monte Buciero. Qué mejor oportunidad que Santoña para reservar vuestros hoteles con encanto en Cantabria.  

Suances, algo más que playa

Suances es un hermoso municipio de Cantabria, en la costa norte de la península ibérica, que se constituye por los pueblos de Suances, Ongavo, Puente Avios, Cortiguera y Tagle. Su orografía es típica de todo el norte, es decir, una sucesión de suaves colinas visten el entorno de verde con algunas zonas de bosque que acaban al lado del mar, en unos hermosos acantilados que forman a su vez bellas playas y calas.

Hace no tanto, Suances era un pequeño y tranquilo pueblo costero cuya economía dependía sobre todo de la agricultura y la pesca. Hoy día pero, y los hoteles en Suances lo demuestran, el lugar se ha transformado en uno de los principales focos turísticos que acoge la comunidad de Cantabria.

Además, es un municipio con historia. Sus orígenes se remontan hasta el paleolíticos inferior, y es que su privilegiada ubicación, en torno a la ría de San Martín hizo que la zona se poblada desde hace muchos siglos. Los romanos mismos utilizaron esta vía para dar salida al mineral que se extraía en las cercanas minas de Bleda y de hecho, la primera documentación escrita donde aparece Suances se puede decir que es de Plinio, pues se identifica con el Potus Blendium de aquel.

Sus principales atractivos actuales tienen que ver, cómo no, con las playas, pues es lo que busca la mayoría de viajeros que “aterrizan” en Suances. No obstante, no es la costa el único lugar interesante que descubriremos en la localidad. La Punta Ballota, la Punta del Dichoso, la misma ría y el entorno, junto al Barrio La Cuba son otros de los atractivos de este municipio cántabro. Este último lugar es muy interesante pues aún conserva el tipismo antiguo.

Si vamos en verano a Suances nos encontraremos con numerosas fiestas y celebraciones como el Torneo Internacional de Volley-playa, Torneo Internacional de Balonmano-playa, Cursos de la UIMP, Surf, traineras y una marcha nocturna que nos recuerda que es un pueblo lleno de alegría.

Foto vía: fredpanassac

Santillana del Mar, sueño medieval en Cantabria

Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar

Acabamos de estar en Santillana del Mar. Habíamos oído hablar de ella, en especial por las célebres Cuevas de Altamira que se encuentran a unos dos kilómetros de la población. Pero, lo que no sabíamos, es que nos íbamos a encontrar con un conjunto monumental de gran valor entre las calles de Santillana.

Ya saben el dicho aquel de que Santillana del Mar ni es santa, ni es llana, ni tiene mar, ¿no?. Pues, con estas tres premisas comenzamos a callejear por su centro histórico. Callejuelas empedradas llenas de casonas nobiliarias, una verdadera reliquia en la vida del hombre, como la definió en su día Jean Paul Sartre.

Y es que Santillana del Mar vive el sueño del siglo XVI, y aún no ha despertado. A mí, que tanto me gustan las iglesias románicas, mira por dónde vine a darme con el mejor románico en la preciosa Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar. Su parte más antigua data del siglo XII y, aunque se le han hecho profundas restauraciones, no ha perdido para nada su encanto medieval. Una gozada.