Cabezón de la Sal, mar y montaña en Cantabria

Tierra adentro, a 45 kilómetros al suroeste de Santander, se halla la pequeña población de Cabezón de la Sal. Pueblo que nos ofrece uno de los mejores ejemplos del carácter montañés de Cantabria, aun estando a menos de veinte minutos del mar.

Este es uno de los grandes atractivos de los pueblos de Cantabria. En unos minutos podemos sentir el ambiente del mar y la montaña. Si reserváis vuestros vuelos baratos a Santander, seréis testigos rápidamente de esta sensación.

Su nombre le viene desde tiempos inmemoriales, cuando las minas de sal eran la principal fuente de economía de sus habitantes. Lo de cabezón se puede entender como una vieja medida para esta sal, o bien por una vieja torre medieval, llamada cabezo, que servía de vigilancia para la población y sus gentes. Lo que sí está claro es que las minas de sal se explotaban ya incluso antes de la llegada de los romanos.

El centro histórico de Cabezón de la Sal es una amalgama de casas con miradores y profundos voladizos, casonas montañesas dispuestas a tal fin para salvaguardar a sus gentes de las temperaturas extremas de la zona. Entre ellas caben destacar el Palacio de los Bodegas, de finales del siglo XVIII, la de los Arcos, del XIX, la del Conde de San Diego y la de la Compañía Real Asturiana de Zinc, ambas de influencias francesa e inglesa.

Típicas casas de grandes piedras y balconadas de madera corrida, que parecen agolparse alrededor de la Iglesia de San Martín, construida entre los siglos XVII y XVIII, el principal edificio religioso de Cabezón de la Sal. De este tipo de arquitectura podemos visitar también la Ermita de San Roque, que data del XVIII.

Hay que mencionar asimismo el Parque Conde de San Diego, una finca en la que se halla una casa de principios del siglo XX, en donde se celebran las principales actividades culturales de Cabezón de la Sal; el mercadillo tradicional que tiene lugar todos los sábados en el centro del pueblo; y, si os place, visitar el Museo de la Naturaleza de Carrejo, situado a dos kilómetros de Cabezón de la Sal, con ejemplares de águila real, búho real y otra serie de animales de la fauna montañesa.

Cabezón de la Sal es un destino perfecto tanto para unas vacaciones de turismo rural como para un retiro de playa, ya que no se halla muy lejos del mar. Disfrutaréis de un rincón lleno de paz y naturaleza, en el corazón de Cantabria.

Foto Vía Popular TV Cantabria

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