Castellfollit de la Roca, el mirador de Cataluña

Realmente no conocía este pueblo. Me sonaba de situarlo en la provincia de Girona, pero poco más. Sin embargo, cuando tuvimos ocasión de verlo en la distancia, se nos quedó grabado para siempre en la memoria. Imposible olvidaros de aquellas fotografías que hagáis a Castellfollit de la Roca.

Castellfollit de la Roca se halla a unos 40 kilómetros al oeste de Figueras, y apenas 8 kilómetros al norte de Olot, en la zona de la Garrotxa. Nada más llegar fijaros en el impresionante aspecto de este pueblo, construido sobre una estrecha franja de un acantilado y la iglesia construida en la parte delantera.

La mejor vista es la que se tiene desde el puente sobre el río Fluviá. Nosotros no tuvimos la suerte de verlo, pero dicen que el acantilado se ilumina hasta la medianoche durante seis meses al año. Si de día es increíble, de noche e iluminado debe ser algo espectacular.

Más que subir hasta el pueblo y recorrer su iglesia y sus estrechas callejuelas medievales, lo mejor de todoo radica en la contemplación de este pueblo sobre el acantilado. Por aquí merodean los ríos Fluviá y Toronell, sobre los que se levanta el acantilado y Castellfollit. Apenas tiene un kilómetro cuadrado la población, uno de los pueblos más pequeños de Cataluña.

El acantilado tiene una altura de casi 50 metros y una longitud de un kilómetro. Imaginaros las vistas panorámicas que se pueden tener desde aquellas alturas. Ya en el pueblo debemos pasear por el centro histórico, con sus calles y plazas de piedra y casas construidas con piedra volcánica. Acercaros a la Plaza Josep Pla, un mirador magnífico.

Visitas imprescindibles en Castellfollit son su Iglesia de San Salvador, de estilo románico y construida entre los siglos XII y XIII alberga hoy el Museo Local, el campanario de Sant Roc o la Plaza de Catalunya, uno de los centros sociales hoy en día del pueblo.

Curiosamente Castellfollit de la Roca alberga la única cantera de basalto que sigue funcionando en España. Su acantilado precisamente está formado con este material, y su forma proviene de la erosión de los ríos sobre él durante el transcurso de los siglos. Fijaros bien en la panorámica cuando lleguéis a Castellfollit por carretera.

Sin duda alguna que estamos ante uno de esos pueblos espectaculares que no dejan indiferente a nadie. Os recomendamos mucho su visita.

Foto Vía Kalipedia

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