Cardona, sal y castillos en Barcelona

¿Habéis estado alguna vez en Cardona?. Tal vez algunos no hayáis oído hablar de este pueblo de la provincia de Barcelona. Yo, sinceramente, tampoco tenía muchas referencias de él. Me imaginaba que se trataba del típico pueblo de la sierra, con algunos atractivos por descubrir y poco más. Pero claro, como suele ocurrir en estos casos, me equivoqué del todo.

Reservamos nuestros vuelos hasta Barcelona, y de ahí nos dirigimos en excursión a Cardona, situada a unos noventa kilómetros al noroeste de la Ciudad Condal. A medida que vas llegando en coche descubres en el horizonte la silueta de uno de sus principales reclamos turísticos, el Castillo de Cardona, hoy convertido en Parador Nacional de Turismo.

Posiblemente esta fortaleza, construida en el siglo X, sea una de las mejor conservadas y más grandes de toda Catalunya. Nada más ver su ubicación, te crees a pies juntillas lo que dice nuestra guía de viajes: jamás se rindió ante ningún enemigo, jamás pudo ser tomado por nadie, ni siquiera por Napoleón. Es absolutamente inexpugnable.

De noche las vistas que tenemos del Castillo de Cardona son fantásticas. Desde las callejuelas del pueblo lo vemos completamente iluminado, como centinela silencioso del mar de tejados que se abre a sus pies.

Ya que estamos callejeando por Cardona pronto os daréis cuenta de que tal vez nos encontremos en uno de los pueblos medievales más importantes de Barcelona. No es de extrañar con la imponente fortaleza que nos abriga. Pero Cardona es mucho más que su castillo…

En Cardona podéis visitar la Iglesia de San Miguel y San Vicente, construida en el siglo XV, o la más antigua Colegiata de San Vicente, erigida en el año 1040. No hace falta decir que es una de esas iglesias románicas que, con su sencillez, lleva siglos siendo admirada y devocionada por lugareños y turistas.

Sin embargo, Cardona nos tiene reservada otra grata y curiosa sorpresa. A unos dos kilómetros del pueblo se halla tal vez el origen de su nombre, el Parque Natural de la Montaña de la Sal. Para que nos entendamos es un enorme montículo de sal de ochenta metros de altura y cinco kilómetros de circunferencia.

No dejéis Cardona sin recorrer las grutas de este parque natural. Ya los romanos llegaron a Cardona atraídos precisamente por su sal. ¿Y nosotros?…

Foto Vía Ipernity

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