La Comarca de la Vera en Cáceres

Me quedé gratamente sorprendido con la belleza natural y paisajística de la Comarca de la Vera en Cáceres. Ya conocía el Valle del Jerte, que se halla a su lado, pero hasta ahora no había tenido la oportunidad de recorrer la hermosura de los pintorescos pueblos de la Vera. Una exhuberante vegetación que acompaña el discurrir silente y espumoso en algunos tramos del río Tiétar, que forma gargantas y cascadas por todo su recorrido.

Si vais a vuestro buscador de vuelos y reserváis viaje a Madrid, hay que decir que la capital de España apenas se halla a dos horas en coche de las estribaciones de esta Sierra de Gredos en la que se emplaza la Vera. Os recomiendo alquilar un coche y perderos por las carreteras de la comarca. Eso sí, tened en cuenta que son carreteras de sierra y montaña, y en algunos tramos hay que tener bastante cuidado.

La primera parada la hicimos en Jarandilla de la Vera, pueblo situado a unos 125 kilómetros al norte de Cáceres, a los pies de la Sierra de Gredos y de la provincia de Ávila. Hermoso lugar coronado por el Castillo de los Condes de Oropesa, donde vivió Carlos V en 1537, antes de retirarse a morir a Yuste. Hoy en día sus estancias acogen el Parador Nacional de Turismo, un alojamiento único e histórico.

De Jarandilla nos situamos en Jaraiz de la Vera, apenas separados ambos por 15 kilómetros. Jaraíz es la capital de la comarca de la Vera, muy conocida por su célebre pimentón. Pueblo tranquilo en el que visitamos la Iglesia de Santa María, del siglo XV, la Plaza Mayor y el Palacio del Obispo Manzano. Hay que destacar especialmente también el recinto amurallado, declarado Patrimonio Histórico Cultural de Extremadura.

Posiblemente uno de los rincones más conocidos y visitados de la comarca, a pesar de que la forman un total de 19 municipios, es el Monasterio de Yuste, allí donde fue a morir en 1558 el emperador Carlos V. Situado en el pueblo de Cuacos de Yuste, el inmenso bosque de robles y castaños que rodean el monasterio hacen que la llegada a él sea fascinante. El monasterio es la mejor definición de la comarca: edificios que sobresalen de la espesura de la vegetación.

Os recomiendo hacer este recorrido por la Vera a principios de primavera, época en la que florecen los cerezos que inundan toda la comarca. La belleza es tal que uno no puede por menos que asistir fascinado cámara de fotos en mano a este espectáculo silencioso de belleza y color.

Foto Vía Aturive

 

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