El Valle de Aezkoa en Navarra

Mirador de Ariztokia

Apenas cincuenta kilómetros al noreste de Pamplona se encuentra Aribe, un pequeño municipio navarro bañado por el río Irati y en el que no viven mucho más allá de sesenta personas. El pueblo en sí no es gran cosa, pero a su alrededor hallamos todo un imperio de belleza. Se trata del Valle de Aezkoa.

Sus más de doce mil hectáreas pueden definirse fácilmente como una alfombra verde. No en vano alberga la popular Selva de Irati, uno de los hayedos más grandes y extensos de Europa. Además de Aribe, ocho pueblos más conforman este valle, una de las rutas naturales más impresionantes a los pies de los Pirineos.

Algunas de estas rutas pasan por los nueve municipios. Sus casas de piedra y las costumbres tradicionales y enraizadas de sus habitantes nos trasladan décadas atrás en el tiempo. Nada más placentero que visitarlos y degustar su gastronomía, donde destacan por encima de todo los quesos.

Las montañas de Aezkoa no son demasiado altas, ya que están todas por debajo de los 1.500 metros. Toda la zona está empapada de bosques de robles y hayas, destacando el Robledal de Betelu, bañados por el río Irati, que corre presuroso en zig-zag por todo el valle. Hay algunos puntos delimitados para el baño, pero eso sí, las aguas están heladas.

Aquí el entorno natural es de una belleza sublime. Os recomiendo especialmente subir a alguno de sus miradores para disfrutar en plenitud de un espacio verde sin igual. Hay senderos de todo tipo, grandes recorridos, pequeñas ascensiones y un buen número de actividades y rutas para recorrer el valle.

De todas ellas merecen la pena la Ruta de los Hórreos, la subida al Pico de Ori o la visita a la estación megalítica de Azpegi. En cualquier oficina de turismo de la zona, o en Pamplona, encontraréis folletos explicativos con algunas de estas rutas.

Miradores como el de Ariztokia (a solo dos kilómetros de Aribe), hórreos catalogados como Bienes de Interés Cultural, cuevas escondidas, dólmenes, ermitas y pueblos con caseríos de tejas rojas y puentes de piedras son algunos de los grandes atractivos de este valle. Un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza en estado puro.

Foto Vía Azai Hostzi

 

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