Alcalá de Guadaíra, de castillos y dragones en Sevilla

Alcala de Guadaira

Apenas 16 kilómetros separan Sevilla de Alcalá de Guadaíra, un municipio que en los últimos años se puede decir que ha crecido bastante desde el punto de vista turístico. Sin ir más lejos, el pasado 2012 recibió el triple de visitantes que el año anterior, lo que deja bien claro el interés que despierta esta ciudad.

Algunos parece que la acaban de descubrir ahora, pero Alcalá de Guadaíra cuenta con uno de los mejores patrimonios históricos y naturales de la provincia de Sevilla. Además de sus edificios de interés, el río Guadaíra sirve de magnífico escenario para disfrutar de muy buenas rutas a través de la naturaleza.

Si estáis mirando vuestra oferta de vuelos a Sevilla os invito a que hagáis una pequeña excursión hasta Alcalá. Con unas horas tenéis más que suficiente para disfrutar de todos sus atractivos, empezando por supuesto por su castillo, símbolo de la ciudad y una de sus imágenes más significativas.

Está situado junto al río Guadaíra y fue construido por los musulmanes entre los siglos XII y XIII, aunque su aspecto actual data de la época cristiana, especialmente de inicios del XVI. Declarado Bien de Interés Cultural, de noche, completamente iluminado, es toda una delicia en el horizonte de fachadas blancas de la ciudad.

Otra de las imágenes más conocidas de Alcalá tiene que ver con sus molinos, especialmente los que se hallan en el Parque Natural de Oromana. Estos molinos datan de la época islámica y servían para elaborar pan, de ahí que incluso a Alcará se la conozca también como la Alcalá de los Panaderos.

Una imagen más moderna y curiosa es la que ofrece el Puente del Dragón. Como su nombre indica el puente tiene forma de cabeza de dragón, y desde su construcción está considerado el guardián del castillo y el defensor de la ciudad. Con sus 123 metros de largo, es el primer puente figurativo de Europa.

En los alrededores de Alcalá podemos visitar también el Castillo de Marchenilla, con su enorme Torre del Homenaje de 27 metros de altura. Fue construido a finales del siglo XIII en lo que se conocía antiguamente como el camino de Morón. Al ser de propiedad privada no se puede visitar el interior.

Por último, no hay que dejar atrás los Dólmenes de Gandul y sus yacimientos arqueológicos de la época calcolítica, además del Museo de Alcalá situado junto al Parque Centro, que cuenta con un impresionante fósil de ballena dentro de su colección.

Alcalá de Guadaíra tiene suficientes atractivos, tanto históricos como curiosos y naturales para seguir creciendo un poco más este año desde el punto de vista turístico. A ver si vuelve a triplicar sus visitas como el año anterior.

Foto Vía Patrimonio Industrial Arquitectónico

 

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