Un paseo por el centro histórico de Almuñécar

Estamos en los últimos días intentando desterrar esa imagen exclusiva de algunas ciudades. De ellas se habla solamente cuando se va acercando el verano, por ser destinos magníficos para ir de playas y de diversión. Pero, claro, eso no quita para que descubramos rincones diferentes que las hacen ser mucho más que un lugar de veraneo.

Hoy le toca el turno a Almuñécar, situada a unos setenta kilómetros al sur de Granada, muy cerca de la frontera con la provincia de Málaga. De Almuñécar se ha hablado tanto de sus playas y calas, que apenas sabemos lo que se cuece en el interior de la ciudad. Y, después de visitarla, creo que ya va siendo hora de descubrirla.

Si tenéis vuestros hoteles en Almuñécar, vale la pena acercarse a dar un paseo por lo que se conoce como el barrio de San Miguel, el centro histórico de Almuñécar. Toma su nombre del Castillo de San Miguel, que es uno de los monumentos más conocidos e importantes de la ciudad. Es una pena que de este castillo tan solo se conserven algunas atalayas, restos de murallas y otros arcos, que se distribuyen por la zona, pero que aún así nos dan una buena imagen de lo que fue.

El Palacio Ducal de Gandía

A Gandía la tenemos como ciudad de veraneo, ¿verdad?. Es más, en una ocasión le dije a unos amigos que me había ido de fin de semana a Gandía, y la única idea que tenían de la ciudad, además de sus playas, era de su vida nocturna. Marcha, playas, discotecas… pero, oye, que Gandía no cierra en invierno, ¿eh?.

Que Gandía es una ciudad histórica, perfecta para pasear por su casco viejo, aunque muchos piensen lo contrario. Y ya no sólo por edificios como su Colegiata de Santa María, construida en el siglo XIV y declarada Monumento Nacional, sino también por uno de los lugares más bellos del levante español.

Se trata del Palacio Ducal de Gandía, erigido entre los siglos XV y XVII. Lo podréis ver junto a la Calle Mayor, dentro de lo que es el recinto amurallado. Si por fuera tal vez su fachada no os llame demasiado la atención, a excepción de la puerta de entrada, que es una de las partes más antiguas del palacio, os recomiendo pasar al interior. La visita hay que aprovecharla si tenemos nuestros hoteles en Gandía.