Un paseo por el centro histórico de Almuñécar

Estamos en los últimos días intentando desterrar esa imagen exclusiva de algunas ciudades. De ellas se habla solamente cuando se va acercando el verano, por ser destinos magníficos para ir de playas y de diversión. Pero, claro, eso no quita para que descubramos rincones diferentes que las hacen ser mucho más que un lugar de veraneo.

Hoy le toca el turno a Almuñécar, situada a unos setenta kilómetros al sur de Granada, muy cerca de la frontera con la provincia de Málaga. De Almuñécar se ha hablado tanto de sus playas y calas, que apenas sabemos lo que se cuece en el interior de la ciudad. Y, después de visitarla, creo que ya va siendo hora de descubrirla.

Si tenéis vuestros hoteles en Almuñécar, vale la pena acercarse a dar un paseo por lo que se conoce como el barrio de San Miguel, el centro histórico de Almuñécar. Toma su nombre del Castillo de San Miguel, que es uno de los monumentos más conocidos e importantes de la ciudad. Es una pena que de este castillo tan solo se conserven algunas atalayas, restos de murallas y otros arcos, que se distribuyen por la zona, pero que aún así nos dan una buena imagen de lo que fue.

El centro histórico de Almuñécar es un laberinto de callejuelas estrechas y pequeñas plazas, rodeadas de la blancura de sus casas encaladas. El colorido resulta francamente muy agradable, con balcones y rincones decorados con macetas y enredaderas. Desde muchas de estas callejuelas tendremos unas vistas fabulosas, ya que el centro histórico de Almuñécar se encuentra en el cerro en el que se halla el castillo, y la Almuñecar turística está más abajo.

Otros lugares a visitar en el centro histórico de Almuñécar es su Cueva de los Siete Palacios, que atesora algunos de los elementos más interesantes de la historia de la ciudad, o la Iglesia de la Encarnación, ya más tardía, de estilo renacentista, y construida tras la reconquista.

Y es que, claro, como ciudad de la provincia de Granada, el entramado medieval de sus callejuelas nos invita a pasear por todos sus recovecos. Una magnífica opción es disfrutar durante el día de las playas de la ciudad, y a la caída de la tarde acercarse al centro histórico para pasear un poco y conocer su historia y su cultura.

Espero que a partir de ahora consideréis a Almuñécar más que una ciudad de veraneo, ¿no?.

Foto Vía Ask

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