Casa Museo de Colón en Las Palmas

Cuando uno se va de viaje a Gran Canaria piensa en tumbarse al sol en cualquiera de sus playas. Cierto es que es uno de los grandes pasatiempos de todo buen turista que se precie, pero claro, Gran Canaria es mucho más. Por ejemplo, en Las Palmas tenemos uno de esos lugares que no debemos perdernos en la isla.

Se trata de la Casa Museo de Colón, a la que llegó el propio conquistador en 1492 para pedir ayuda para el arreglo de la Pinta. Está situada en pleno barrio de Vegueta, uno de los más característicos de la ciudad. Además de la colección que alberga el edificio en sí, con su arquitectura y sus patios, merece una visita imprescindible para aquellos que reserven sus vuelos baratos a Gran Canaria.

La colección se divide en cinco áreas temáticas, distribuidas en trece salas. La primera de ellas nos habla del poblamiento americano y los pueblos de la América precolombina. La segunda zona tiene como tema Colón y sus viajes, con objetos, paneles y maquetas del descubrimiento del Nuevo Mundo. La tercera parte es el paso de Colón por las Canarias.

La Cala de Benirrás en Ibiza

Cala Benirras

Jamás he visto un atardecer más maravilloso que el de Cala Benirrás, en Ibiza. Está situada a unos siete kilómetros de Sant Miquel de Balansant, un pueblo pequeño con una iglesia encantadora declarado conjunto histórico artístico, al norte de la isla.

Una cala ideal para venir en familia con vuestros vuelos baratos a Ibiza, rodeada de acantilados y un pinar frondoso. Si pasáis en verano, los domingos por la tarde quedaros hasta el atardecer, cuando se despide el sol con el sonido de los tambores. Son cientos de personas las que se quedan hasta que el último rayo de sol cae sobre el mar.

Se puede pasar el día perfectamente en la cala, ya que tiene dos restaurantes y un chiringuito. Lo mejor aquí es probar sus pescados, y luego más tarde sentaros en la terraza con una copa o un cóctel a disfrutar del espectáculo del sol.

La Punta de Teno en Tenerife

Al noroeste de la isla de Tenerife se encuentra uno de esos lugares mágicos de las Canarias. Siempre que viajo a la isla busco la manera de escaparme a disfrutar del aire puro y las vistas. No creo que pueda haber un lugar más maravilloso que la Punta de Teno, situada entre las Montañas de Masca, la parte más occidental de la isla, donde se cruzan la costa norte y la oeste.

Muchos de los que reservan sus vuelos baratos a Tenerife se quedan únicamente en el turismo de playa que ofrece la isla. Pero Tenerife es mucho más. No es muy fácil que digamos llegar hasta la Punta de Teno, pero desde el pueblo de Buenavista apenas hay nueve kilómetros, aunque la carretera no es la mejor, con barrancos y acantilados y fuertes vientos laterales.

No en vano si el tiempo no acompaña suelen cerrar la carretera para evitar imprevistos. La Punta de Teno es un parque natural precioso, con una pequeña cala y un faro cilíndrico construido a finales del siglo XIX. Subir hasta aquí y contemplar las vistas es algo maravilloso. Traeros vuestra cámara de fotos, porque echará humo con tanto trabajo que le daréis.

Toledo, la Ciudad Imperial

De todas las ciudades españolas que los turistas han visitado, Toledo es uno de sus favoritos. Es la capital de la provincia del mismo nombre y la capital de la región de Castilla La Mancha. Se encuentra a 70 km al sur de Madrid y aunque su pequeña ciudad, es un importante centro político y cultural por lo que es conocido como La Ciudad Imperial.

La ciudad tiene una rica historia y una gran variedad de tesoros arquitectónicos localizada a las orillas del río Tajo que se cruza al entrar en la ciudad por medio de un impresionante puente. Se entra en el centro de la ciudad por medio de una de las puertas de piedra enorme y que te condude a los mejores hoteles en Toledo.

Es imposible caminar por las calles sin encontrarse con un edificio importante y que no podría escribirse sobre ellos en este blog. la mejor forma de conocer la ciudad es caminar por su centro histórico donde puede encontrar una ooficina de turismo que le dará un puñado de información de la ciudad.

El Puente de Triana en Sevilla

Eso de que Sevilla tiene un color especial no sólo lo dicen Los del Río, sino que cualquiera que pasee por la ciudad  podría atestiguarlo. ¿Por dónde queréis hacerlo hoy?, ¿por el centro histórico, visitando la catedral, la Giralda y los Reales Alcázares?, ¿o a orillas del Guadalquivir, con la Torre del Oro, la calle Betis y el Barrio de Triana?.

Cualquiera que reserve sus vuelos baratos a Sevilla encontrará una Sevilla diferente, única y original. Desde el Paseo de Colón o desde la calle Betis merece la pena acercarse un instante al famoso Puente de Triana. Sacar vuestra cámara de fotos y posar para la inmortalidad de vuestro álbum de la memoria.

Al frente la silueta del río y la Torre del Oro, al otro lado el singular barrio trianero. Mejor imposible sería la visita al puente a la caída de la tarde, con las primeras luces apagándose en el horizonte sevillano. Sentaros en las terrazas de la calle Betis y disfrutar de las vistas. Seguro que no sólo será un momento.

Palacio Real de la Almudaina en Mallorca

Si una de las vistas más conocidas de Palma de Mallorca es la silueta de su catedral, frente a ella se sitúa otro de sus monumentos más conocidos, el Palacio Real de la Almudaina, construido en el siglo XIII y que fue la residencia de los reyes de Mallorca. Hoy en día alberga un museo y sirve como recepción oficial de los reyes de España cuando andan por la isla de veraneo.

Si tenéis pensado reservar vuestros vuelos baratos a Mallorca tenéis que apuntar esta visita entre las imprescindibles a la isla. Tanto por su fachada exterior, sobre todo la que mira al mar, como por su interior, con el Patio del Rey, la Capilla de Santa Ana, el Salón del Trono, el Patio de la Reina y la Capilla de Sant Jaume.

Dentro de la visita no podemos olvidar tampoco la torre del homenaje, situada en el Patio de la Reina y coronada por una estatua del Arcángel San Gabriel, antiguo patrón de Palma, los baños árabes ni la profusa decoración interior, con gigantescos tapices, chimeneas y muebles de diferentes èpocas. Además desde la terraza del palacio las vistas son preciosas, con el paseo marítimo y la Bahía de Palma.

La Plaza Mayor de Madrid

Para muchos madrileños y turistas es la plaza más bonita de Madrid. A mí particularmente me gustan más recoletas, más sencillas, pero no vamos a negar que la Plaza Mayor de Madrid no tenga un encanto monumental, ¿no?. Tanto los edificios que la rodean como su amplitud hacen de ella el corazón del centro histórico de la ciudad.

Para hablar de sus orígenes tendríamos que remontarnos a 1619, año en el que el arquitecto Juan Gómez de Mora la acabó, bajo las órdenes del rey Felipe III. Curiosamente ya existía treinta años antes uno de sus edificios más emblemáticos, la Casa de la Panadería, con estancias para reyes en la primera planta y venta de pan en la parte baja…

Cuando uno reserva sus vuelos baratos a Madrid y al llegar se dirige a la Plaza Mayor verá dos edificios principales, la citada Casa de la Panadería, y frente a ella, la Casa Carnicería. Pero de lo que no se tiene uno que olvidar es de los grandes acontecimientos históricos que han tenido lugar en esta plaza.

Iglesia de Santa María Magdalena en Zaragoza

Para muchos de vosotros Zaragoza es la Basílica del Pilar, los puentes sobre el Ebro y el Palacio de la Aljafería. Los que hemos tenido la suerte de pasear por su centro histórico hemos descubierto otras joyas y secretos que permanecen en silencio durante siglos. Hoy quiero hacerle un pequeño reconocimiento a una de las iglesias que más me gustan en la ciudad.

Se trata de la Iglesia de Santa María Magdalena, situada muy cerca del Coso, que rodea la parte vieja de la ciudad, y del Teatro Romano. Cuando acudía a mi buscador de vuelos para reservar mi viaje a Zaragoza no tenía conocimiento de esta iglesia del siglo XIV. Ahora, cada vez que voy a la capital maña, mi primera visita siempre es a este lugar.

Me encanta la sencillez de su arquitectura mudéjar, su silueta enmarcada o escondida tras los árboles, como una tímida señora de piedra. Aún así levanta orgullosa su enorme torre mudéjar de azulejos verdes y amarillos. En el interior presenta una sola nave y varias capillas laterales, algo muy típico de las igleisas mudéjares aragonesas. Se puede subir a la cima de la torre a través de unas escaleras interiores.

Qué ver en Granada

Es una pena que la mayoría de turistas que tengáis la intención de ir a Granada penséis exclusivamente en la Alhambra. Seguramente no es vuestro caso, pero son muchos los que ahora mismo no serían capaces de respondernos qué ver en Granada además del maravilloso palacio nazarí.

Para aquellos que tengáis la suerte de ir en vuelo hasta Granada, la ciudad andaluza ofrece un maravilloso retrato de belleza antigua y moderna. Está claro que Granada es la Alhambra, una visita imprescindible en la ciudad a la que hay que reservar al menos un día para disfrutar entre sus muros.

Pero Granada es también el Generalife, el Albaycín y el Sacromonte, desde donde se tienen unas vistas preciosas de la Alhambra. Pasear por el centro histórico de la ciudad es otro de sus grandes placeres. Allí no hay que perderse la Carrera del Darro, la Catedral de Granada, la Cartuja, el Corral del Carbón y, algo más allá, la Huerta de San Vicente.

El Colegio de Fonseca en Santiago de Compostela

Cuando uno llega a Santiago de Compostela busca en el corazón de su centro histórico la imponente silueta de su catedral. Callejear como peregrino o como turista, respirando el aroma de un Patrimonio de la Humanidad concurrido y lleno de bares, restaurantes y tiendas de souvenirs por todas partes.

Pero Santiago de Compostela es mucho más que su catedral, mucho más que sus plazas y callejuelas llenas de turistas que llegan en sus vuelos y peregrinos. Santiago de Compostela está salpicada de grandes edificios, como por ejemplo el Colegio Fonseca, que hoy alberga la Biblioteca Xeral de la Universidad.

Nos situamos en la Rúa do Franco, muy cerca de la Plaza del Obradoiro, para visitar este edificio renacentista que data del siglo XVI, el más emblemático de la zona. Aquí se situó la primera sede de la Universidad de Santiago, un lugar que destaca por su fachada renacentista de columnas jónicas y por el claustro, la capilla y el Salón de Grados del interior.