La Plaza Mayor de Madrid

Para muchos madrileños y turistas es la plaza más bonita de Madrid. A mí particularmente me gustan más recoletas, más sencillas, pero no vamos a negar que la Plaza Mayor de Madrid no tenga un encanto monumental, ¿no?. Tanto los edificios que la rodean como su amplitud hacen de ella el corazón del centro histórico de la ciudad.

Para hablar de sus orígenes tendríamos que remontarnos a 1619, año en el que el arquitecto Juan Gómez de Mora la acabó, bajo las órdenes del rey Felipe III. Curiosamente ya existía treinta años antes uno de sus edificios más emblemáticos, la Casa de la Panadería, con estancias para reyes en la primera planta y venta de pan en la parte baja…

Cuando uno reserva sus vuelos baratos a Madrid y al llegar se dirige a la Plaza Mayor verá dos edificios principales, la citada Casa de la Panadería, y frente a ella, la Casa Carnicería. Pero de lo que no se tiene uno que olvidar es de los grandes acontecimientos históricos que han tenido lugar en esta plaza.

Aquí se celebró la beatificación de San Isidro en 1620, se proclamaron a reyes, la Inquisición se despachó a gusto con autos de fe y otras ejecuciones, y hasta se celebraron corridas de toros y juegos de cañas, que nobles y reyes veían estupendamente desde los balcones de los edificios que rodean la plaza.

Otro de sus elementos más llamativos es la estatua ecuestre de Felipe III que tiene en el centro. No sería colocada allí hasta 1848, cuando la reina Isabel II trasladó la estatua que estaba en la Casa de Campo, para rendir honores al mecenas de la plaza. Se lo tenía merecido el muchacho, ¿no?.

Además de sus edificios, estatuas y acontecimientos históricos, una plaza de este tamaño ( 129 metros de largo y 94 de ancho ) también ha sufrido algún que otro contratiempo, en especial incendios, como los de 1631, o el de 1790, que destruyó la mitad de las casas de alrededor. Este incendio provocó la apertura de los arcos que hoy pueden verse, y se rebajó la altura de las casas de cinco a tres pisos.

Tanto los colores como la monumentalidad hacen de este lugar un sitio especial en Madrid. También es especialmente encantador ver pasear a la gente, llegando desde todos los puntos, o sentarse en alguna de sus cafeterías, bares o restaurantes ( un poco caros, eso sí ) a tomar el célebre bocadillo de calamares madrileño.

Podéis llegar a la Plaza Mayor por cualquiera de sus callejuelas. Muchos os recomendarán el Pasadizo de San Ginés, con la chocolatería del mismo nombre, fundada en 1890; otros os dirán por la calle de Postas, que alberga la Posada del Peine, el alojamiento más antiguo de Madrid. Ya sea por alguna de ellas, o por las calles de Bordadores, Esparteros o Cuchilleros, la Plaza Mayor merece una visita imprescindible si estáis en Madrid.

Foto Vía Aeme

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