Uno imagina Valencia como una provincia muy soleada, llena de magníficas playas. Pero el interior de la provincia guarda otros encantos muy distintos. No es extraño ver en invierno pequeñas ciudades y pueblos pintorescos asaltados por la silueta blanca de la nieve. Es lo que me ocurrió, y disfruté por cierto, en Requena, situada a unos 68 kilómetros al oeste de Valencia.

Requena es de esos típicos rincones de aspecto medieval que se embellecen enormemente con la llegada del invierno. Sus viejas casas de teja y su entramado urbano, declarado Conjunto Histórico Artístico, bien merecen la pena una pequeña excursión si tenéis vuestros reservados vuestros hoteles Valencia.

Requena nos traslada siglos atrás en el tiempo. Su situación geográfica nos lleva a las fronteras entre las tierras castellanas y aragonesas, justo en el momento en el que los cristianos iniciaban la Reconquista. Sus callejuelas empedradas y sus edificios históricos atestiguan un pasado lleno de escaramuzas y batallas. Sólo hay que echar la vista hacia arriba y descubrir la alcazaba que domina la población.

Esta Alcazaba fue construida en el siglo XI, cuando la población aún era musulmana. Hoy podemos ver en ella dos torres, la muralla y la puerta de acceso. La Torre del Homenaje no es la original, sino que fue reconstruida en el siglo XV.

Nos adentramos en el centro histórico de Requena, en el popular barrio de la Villa, que es donde apreciamos ese legado monumental de siglos. Las callejuelas empedradas parten de la Plaza Mayor o Plaza de la Villa, buscando los principales edificios. De estos el más destacado posiblemente sea la Iglesia de Santa María, construida en el siglo XIV, y declarada Monumento Nacional en 1931.

Hay otras iglesias más en Requena, algo más pequeñas eso sí, como la Iglesia del Salvador, construida a mediados del siglo XVI, o la Iglesia de San Nicolás, la más antigua de Requena ya que se levantó en el siglo XIII.

Calles y plazas nos llevan a disfrutar de una sucesión de edificios de todos los estilos. Como la Casa de Santa Teresa, en la que se hospedó la santa en la ciudad, o el Palacio del Cid, del que cuenta la leyenda que sirvió de morada al gran héroe castellano. Por Requena hay que pasear por su antigua judería y por la medina, además de conocer el Convento de San Francisco en el Barrio de las Peñas.

Como veis, hay que estar muy atento a cualquier mínimo detalle en Requena, una de las ciudades más monumentales e interesantes de la provincia de Valencia. Legado medieval de los siglos, merece muchísimo la pena conocerla.

Foto Vía Natura y Educación

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