Si pensáis que las islas Canarias son exclusivamente un paraíso de sol y playa, dejadme que os diga que no sabéis lo que os perdéis. Porque estas islas afortunadas no lo son simplemente por el hecho de contar con las mejores playas que os podáis imaginar, sino también porque son un espacio verde de primer nivel.
Sin ir más lejos desde 1986 el Parque Nacional de Garajonay en la isla de La Gomera está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con sus casi cuatro mil hectáreas un 70 por ciento de su vegetación está cubierto por el bosque de laurisilva, envuelto casi siempre en una niebla que le confiere un aspecto espectacular.
Esta niebla, junto con los numerosos arroyos y cascadas que conforman el parque le confieren la humedad suficiente para que su naturaleza sea magnífica. Más de la mitad de los bosques de laurisilva de todas las islas Canarias se hallan en Garajonay.
Dentro del mismo parque tenemos el pico más alto de La Gomera, el Garajonay, del que toma su nombre el parque, con una altura de 1484 metros. Una sucesión de hermosos valles conforman este rincón verde de la isla, lleno de rocas volcánicas conocidas como roques, que aparecen sucesivamente de entre la naturaleza del parque.
A todo esto hay que unirle los espectaculares barrancos en donde viven una gran cantidad de especies de flora y fauna. Más de 120 son autóctonas y exclusivas de las Canarias, 26 de ellas exclusivas de La Gomera, y nueve que sólo se pueden ver en este parque. Imaginaros entonces la riqueza de este lugar para los amantes de la naturaleza.
En cuanto a la fauna del parque se cuentan hasta mil especies distintas, de las cuales 150 son exclusivas de Garajonay. Entre las especies autóctonas más raras e interesantes están los murciélagos propios de Garajonay, las palomas de cola blanca y las de cola negra.
Visitar el Parque Nacional de Garajonay en La Gomera resulta algo imprescindible si estáis en la isla. Los habitantes de La Gomera cuentan con orgullo la historia de dos guanches enamorados, Gara y Jonay, que huyeron precisamente a la montaña más alta de La Gomera ya que sus familias se oponían a su relación. Una vez allí se quitaron la vida. No podía ser menos preciosa la leyenda para tan hermoso parque.
Foto Vía Carlos González Ximénez
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