Castielfabib, en las alturas del Rincón del Ademuz

Castielfabib

La comarca del Rincón del Ademuz es un exclave de la Comunidad Valenciana. ¿Qué quiere decir esto? Muy sencillo, se trata de una comarca que pertenece políticamente a la comunidad, pero que geográficamente se sitúa en el interior de otra provincia. En este caso concreto a las de Cuenca y Teruel.

Hasta allí nos vamos hoy para visitar uno de sus pueblos más pintorescos, Castielfabib. Desde la carretera que da acceso a la población ya vislumbramos una silueta bastante llamativa. Situada a 165 kilómetros al noroeste de Valencia, y a solo 45 al sur de Teruel, vale la pena acercarse hasta aquí, ya sea que nos alojemos en la propia Teruel o tengamos nuestros hoteles en Valencia.

Viendo la fisonomía y donde está situado Castelfabib es fácil imaginar, incluso desde la distancia, las cuestas y empinadas callejuelas de su centro histórico. El encanto de de este laberinto empedrado y medieval aparece rodeado de numerosas casas de piedra, que resguardan a sus habitantes del intenso frío del invierno y el fuerte calor con que regala el verano a estas tierras.

Sus orígenes históricos también tienen mucho que ver con la altura y la ubicación geográfica del pueblo. Imaginamos a los enemigos que osaron en alguna ocasión conquistar este emplazamiento, y solo de pensarlo… Precisamente en su gran peñasco se levanta su iglesia fortaleza. Construida en el siglo XII, desde su altura a buen seguro habrá sido testigo de numerosos acontecimientos.

Es la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles, que se une como edificio religioso a otros monumentos como la Iglesia de San Joaquín y Santa Ana o la Ermita de la Virgen de Gracia. Habría que añadir en nuestra visita otros lugares como los restos de las murallas, el castillo, las ruinas del Convento de San Guillermo o la Casa de la Villa.

Os recomiendo visitar Castielfabib durante el Domingo de Resurrección, el Día del Turista a mediados de agosto o durante las Fiestas de la Virgen de Gracia, el 8 de septiembre. En esos tres días se toca la Guillermina, una campana de 450 kilos, construida en 1673. A esta campana se abrazan los mozos y se voltean con ella prácticamente sobre el abismo del peñasco. ¿Êspectáculo?, ¿atrevimiento?…

Foto Vía Femecv

 

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