El Parque de la Alameda en Santiago de Compostela

Ciudad histórica y emblemática, Santiago de Compostela encierra en su corazón un enjambre de pequeñas rúas y callejuelas que buscan con denuedo el sabor de la piedra de su catedral. Rúas de soportales y viejas casas nobiliarias, iglesias recoletas, fuentes y palacios que han convivido con el paso del tiempo con la lluvia y los peregrinos.

Pero si reserváis vuestros vuelos baratos hasta la capital gallega no solo encontraréis una Compostela histórica y de piedra. Hay que buscar también el solaz y la calma que nos proporciona el Parque de la Alameda, situado a las afueras del centro histórico, entre la zona nueva y la vieja, como a mitad de camino para turistas, lugareños y peregrinos.

Sus orígenes hay que buscarlos allá por 1835, y no dudo que, desde sus miradores, por aquí han pasado cientos de miles de peregrinos, contemplando las primeras, o las últimas, vistas de una catedral que se antoja como un suspiro de piedra. Precisamente el mirador del Paseo de la Herradura es uno de esos en los que quedarse a desfigurar todos los vericuetos de una imagen tan hermosa como espiritual.

Es el típico parque de avenidas verdes, en donde uno se escapa a la moderna aventura del footing, con pequeños estanques, flores de diversos colores, estatuas y bustos, como los de Rosalía de Castro, Castelao o Valle Inclán, y especies de árboles y plantas para todos los gustos. Acacias, arces, abetos, robles, castaños de Indias, cipreses, camelias y cedros son algunos de los habitantes que no han abandonado, ni lo desean hacer, este hermoso parque.

Pasear por aquí me hace volver la vista atrás a aquella Compostela aristocrática del siglo XIX. Atravesando el arco del Paseo de los Leones, visitando la pequeña Capilla de Santa Susana o la Iglesia del Pilar del siglo XVIII, sentándome en los bancos de Sargadelos o contemplando la hermosura histórica de la ciudad en los miradores.

Además de como mirador y descanso para el turista, el Parque de la Alameda acoge diferentes eventos a lo largo del año, como la Feria del Libro o las Fiestas de la Ascensión.

Como veis, el Parque de la Alameda no es un parque cualquiera. La historia más refinada y elegante de la ciudad está unida a él con el hilo verde de la belleza. No os quedéis sin recorrerlo, sin pasearlo…

Foto Vía A Compostela

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