A medio camino entre Medina del Campo, en la provincia de Valladolid, y la ciudad de Ávila se sitúa Arévalo, uno de los mejores enclaves mudéjares de Castilla la Mancha. Hoy nos acercamos a ella para conocer un poco más de sus monumentos, ya que está declarada conjunto histórico-artístico.

Arévalo es una ciudad perfecta para algunas de vuestras escapadas fin de semana, recorriendo perfectamente en coche la zona. Hay rincones y atractivos muy interesantes en Arévalo, destacando sobre todo el Castillo de Arévalo, construido en el siglo XV y que hoy alberga un Museo de Cereales. No es demasiado imponente, pero se conserva en magnífico estado, de ahí que resulte una visita imprescindible, ya que también sirvió de prisión a Blanca de Borbón, repudiada por Pedro I el Cruel, tres días después de casarse.

Ya en el centro histórico de Arévalo, que en su momento estaba rodeado de murallas, podemos visitar la Iglesia de Santo Domingo de Silos, situada en la Plaza del Arrabal, y que alberga la imagen de San Vitorino, patrón de Arévalo, y la Virgen de las Angustias, patrona. Más importante es tal vez la Iglesia de San Juan Bautista, que acoge la talla original de la Virgen de las Angustias, de la que era muy devota la reina Isabel la Católica.