Quedamos con nuestros amigos de Bilbao en la Plaza Nueva. Íbamos en taxi de camino al hotel y nos dijeron que era el mejor lugar para vernos. Un rincón turístico, céntrico, conocidísimo por cualquiera en caso de que nos perdiéramos, y una de las plazas más bonitas y singulares de la ciudad.

Y, efectivamente, no les faltó razón en ningún momento. La elegante Plaza Nueva de Bilbao fue diseñada a mediados del siglo XIX en pleno Casco Viejo. Fue la primera plaza de la ciudad, y en su origen llevaba el nombre de Plaza de Fernando VII, con motivo de la visita de este monarca a la ciudad. Si reserváis vuestros vuelos económicos hasta Bilbao, es una de las visitas imprescindibles, sin duda.

De planta cuadrada, y rodeada de edificios de tres pisos con balcones y un total de 64 arcos, ofrece un magnífico estilo clásico, muy sugerente a la vista. Todos los domingos concentra un jaleoso bullicio, ya que alberga el mercado municipal donde se vende de todo. También acoge el Mercado de Santo Tomás o el Mercado de Coronas y Flores durante la festividad de Todos los Santos.