El Puente de San Pablo en Cuenca

Me imagino que lo habéis visto en muchas fotografías de Cuenca. Aunque, pensándolo bien, quizás vuestros ojos se hayan ido más bien hacia las Casas Colgadas, ese monumento natural que identifica a la ciudad, verdadero reclamo turístico. Sin embargo, el Puente de San Pablo es otro de los lugares dignos de mención.

Ya no sólo por su estructura, puente construido en hierro rojizo, sino porque es el mejor lugar para fotografiar precisamente a las Casas Colgadas de Cuenca. Este puente está situado sobre el río Huécar, el eterno arquitecto de la curiosa orografía de la ciudad. Dejaros el vértigo en el hotel, y cruzar el puente con nosotros.

El Puente de San Pablo se construyó en 1902 y mide unos cien metros de longitud. Tiene cinco arcos con pilares de unos cuarenta metros de  altura, por lo que si de todas maneras padecéis de vértigo, lo mejor es cruzarlo sin más, sin mirar hacia abajo. Da quizás un poco de miedo, os lo digo por experiencia.