Arenas de San Pedro, historias y leyendas en Ávila

Cuando suelo escaparme en invierno hasta Arenas de San Pedro, situado a unos 80 kilómetros al sur de Ávila, muchos me dicen que ando un poco loco, con el frío que debe hacer por allá. Pero es que este bonito pueblo abulense se me hace irresistible. Tranquilo, íntimo, acogedor, su silueta blanca a orillas de la Sierra de Gredos me resulta reparadora para el alma y el espíritu.

Como capital del Alto Tiétar, Arenas de San Pedro es un rincón con una interesante historia. ¿Sabíais que en su castillo, que lleva el nombre tan sugerente de Castillo de la Triste Condesa, vivió el famoso caballero Don Álvaro de Luna?. Construido en el siglo XV, su nombre le viene de haber sido el retiro doloroso de la esposa de Don Álvaro, tras ser ejecutado por el rey Juan II.

La oscuridad de sus muros, dicen algunos lugareños, fue el legado que dejó la honda pena de la condesa. Allí vivió llorando la muerte de su esposo hasta el resto de sus días.