Para disfrutar de una ciudad y conocerla bien hace falta quedarse un buen tiempo, pero a veces no es posible.
Entonces, si Ámsterdam está en tu mira pero andas corto de días para recorrerla apunta lo más importante, lo que debes qué conocer en Ámsterdam con poco tiempo.
Ámsterdam
La capital de los Países Bajos se fundó en el siglo XII y desde siempre ha estado relacionada con el comercio. Hoy en día viven aquí millón y medio de personas y su encanto principal se concentra en el casco histórico.
El casco antiguo data en su mayoría del siglo XVII, de esta época son también sus famosos canales, y nada es casual ya que por aquel entonces era una de las ciudades más ricas del mundo gracias al comercio ultramarino.
¿Qué clima tiene? Pues si vas en invierno prepárate para llevar abrigo pues si bien no nieva mucho suele haber temperaturas bajo cero. Si vas en verano los días son templados y raras son las temperaturas que superan los 25 o 30 ºC. ¿Paraguas? Si tienes uno pequeño y flexible no te vendrá mal.
Qué visitar en Ámsterdam
¿Realmente tienes poco tiempo? Una pena, pero ya dejarás lo demás para un siguiente viaje que seguro tendrás ganas de hacer. Ámsterdam tiene un no sé qué…
Entonces, apunta qué ver en Ámsterdam en dos días. Puedes empezar por caminar y fotografiar la pintoresca Plaza Dam. Es el corazón de la ciudad y nació a fines del siglo XIII de la mano de una presa que favoreció la circulación en la ciudad y el comercio.
Tiene 200 metros de este a oeste y 100 de norte a sur y la encuentras a unos 750 metros de la Estación Central de Amsterdam, si es que llegas en tren. Es dónde está el Palacio Real, construido en la primera mitad del siglo XVII aunque reformado hace diez años, de estilo neoclásico.
Ofició como ayuntamiento hasta 1808 y está abierto a visitas turísticas. Las puertas se abren solo los fines de semana de 10 am a 5 pm y la entrada cuesta 10 euros, aunque es gratuita para menores de 18 años.
Al lado tienes el Museo de Madame Tussaud y la Iglesia gótica del siglo XV. La Nieuwe Kerk hoy es de fe protestante y se construyó en alrededor de 30 años, entre finales del siglo XIV y comienzos del XV. Sufrió muchos incendios hasta que uno fue tan tremendo que debió ser reconstruida casi por completo en 1645.
En su interior están las tumbas de muchos héroes y navegantes que enriquecieron el país, un órgano fantástico que da recitales y un museo. Además, aquí tiene lugar la investidura y bodas reales.
Por su parte el Museo de Madame Tussuaud es una especie de sucursal del de Londres. Verás las figuras de cera de Lionel Messi, Ariana Grande, Capitán América, Hulk, Freddy Mercury, Iron Man, Picasso, Mandela y una lista variopinta de personajes famosos a nivel mundial.
Los tickets los puedes comprar online y ahorrar el tiempo de espera desde 18 euros, aunque calcula 22 como precio regular. El museo abre de 9 am a 10 pm, todos los días salvo los viernes que abre una hora más tarde.
Sin moverte de la plaza también está el Monumento Nacional. Se trata de un monumento que data de 1956 y que conmemora las muertes ocasionadas por la Segunda Guerra Mundial y los posteriores conflictos armados.
Es una suerte de monolito gris de 22 metros de alto cubierto de piedra travertina, con relieves de figuras humanas que representan tanto la resistencia holandesa, como los sufrimientos de guerra como la clase trabajadora.
También hay un relieve de una mujer y un niño representando la victoria, la paz y el surgimiento de una nueva vida. Y finalmente, si quieres dar un paseo por un centro comercial y hacer algunas compras en la plaza está la enorme tienda departamental De Bijenkorf.
Obviamente, no podemos olvidarnos del Barrio Rojo. El distrito dedicado a la prostitución legal y el consumo legal de marihuana que tiene Ámsterdam. El barrio en sí invita a un paseo, seas consumidor de uno o otro vicio, pues es un entramado de encantadoras calles antiguas.
Y finalmente, los canales de Amsterdam. Componen una red de más de 100 kilómetros con 1500 puentes y unas 90 islas. Hay tres que son los principales: Keizersgracht, Prinsengracht y Herengracht.
Todos tienen siglos pero estos tres forman tres aros alrededor de la ciudad y la zona que queda dentro, con construcciones increíbles del siglo XVII, es Patrimonio de la Humanidad.
– plaza
Hablamos de la Plaza Dam pero lo cierto es que en Ámsterdam también hay otra plaza popular: la Leipseplein, un sitio pintoresco, vivo, divertido, donde hay restaurantes, bares y una multitud de artistas callejeros.
Esta plaza está ubicada al final de la calle Leidsestraat, donde antiguamente estaba la entrada a la ciudad, puerta que desapareció en el siglo XVII.
Por años la plaza fue una suerte de aparcadero para los carros, carretas y carruajes de comerciantes, viajeros y granjeros que llegaban a Ámsterdam a hacer negocios.
Pero con el tiempo fue creciendo y cuando en 1774 se construyó un gran teatro la suerte de la simple plaza cambió. La onda actual la tomaría en los años ’60 cuando empezó a controlarse y delimitarse el estacionamiento y la zona empezó a ser mas peatonal, dando lugar a que los artistas callejeros la coparan y lo mismo hicieran los bares y restaurantes.
Hoy hay malabaristas, magos, músicos, bailarines de todo tipo. Y por supuesto, está el Teatro Municipal que data de 1774. Si no te gusta el teatro siempre puedes aprovechar el restaurante de su primer piso o para un cafecito con algo dulce puedes probar en la cafetería del cercano Hotel Ámsterdam de estilo Art Deco.
Aquí mismo también está el Museo del Ajedrez, con visita interactiva y su ajedrez gigante y si la plaza te gusta de día, puedes conocerla también de noche. Es muy animada.
Finalmente, si eres más de museos y visitas culturales en Ámsterdam no pueden faltar el Rijksmuseum con arte de todo el mundo, la Casa de Ana Frank y el encantador Vondelpark con sus 47 hectáreas de paisajes, estanques, lomas, arboles y rosales por doquier.
Dos días no es mucho tiempo pero organizando bien la agenda y comenzando temprano todo es posible.
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