Pasear por Caravaca de la Cruz es hacer un paseo a través de la historia y el tiempo. Situada a unos setenta kilómetros de Murcia, y en pleno valle de Argos, Caravaca cada vez más se está convirtiendo en un maravilloso entorno natural. El color de la piedra de los monumentos del centro histórico le dan un aire de misticismo y retiro ideal.
Se puede decir que Caravaca de la Cruz despierta de su letargo de siglos dos veces al año. Una de ellas es el mes de mayo, con la Cabalgata de los Caballos el día dos de ese mes. Ese día, y en recorrido hasta el castillo, se recuerda el asedio de los árabes a la población. De hecho, hay antiguas leyendas que hablan de los Caballeros Templarios en Caravaca.
En mayo también se celebran las apariciones de la Vera Cruz, que atraen a miles de peregrinos. Esta leyenda data de 1232, cuando Ceyt Abuceyt, rey musulmán, encarcela al sacerdote Ginés Pérez Chirinos. Por curiosidad, el rey le pidió que oficiara la Santa Misa. Al final de la ceremonia, dos ángeles se aparecieron con una cruz. Viendo el milagro, el rey Abuceyt pidió ser bautizado como cristiano.