A principios del mes de diciembre del 2013 hemos asistido a la reapertura en Córdoba del Templo Romano de Claudio Marcelo. Situado entre las calles de Capitulares y Claudio Marcelo, fue descubierto en la segunda mitad del siglo XX y fue declarado Bien de Interés Cultural desde el año 2007.
Un templo enorme, de planta rectangular, de 32 metros de largo por 16 de ancho, que data del siglo I d.C y lleva el nombre del fundador de Córdoba. Un edificio de mármol blanco, impresionante a primera vista, y que fue modelado bajo los diseños del célebre Templo de Apolo situado en el Palatino de Roma.
Durante unos años se han llevado a cabo en él diferentes trabajos de restauración. Los cambios más llamativos han sido el nuevo cerramiento, la nueva iluminación que le da un aspecto nocturno muy hermoso y la posibilidad de acceder a los restos históricos documentados en el solar de la calle María Cristina.