Perfectamente situada entre el telón de fondo de las montañas y las hermosas calas y bahías de la costa, Águilas es una ciudad encantadora y un destino turístico que bien deberíais conocer. Construida entre las bahías de Puerto Poniente y Puerto Levante, se halla en el extremo sur de la provincia de Murcia, cerca de la frontera con Almería.
Conocida en la época romana como Aquilae y más tarde como Aquila, por Águilas han pasado una sucesión de civilizaciones, como los alanos, los suevos y los visigodos. La ciudad formó parte de Cartago hasta la invasión árabe del siglo VIII. En esta época perteneció al califato cordobés y al reino de Valencia, para pasar más atarde a manos de los almorávides, y luego, tras la reconquista, al Murcia, pero en el siglo XVIII.
Durante la segunda mitad del siglo XIX llegó a la ciudad una gran colonia británica, una presencia que aún persiste en Águilas. La ciudad, tal como la vemos hoy, fue diseñada por Carlos III en el siglo XVIII. El puerto, el paseo marítimo y sus bahías fueron construidas más tarde. Al fondo veréis la esbelta figura de la Chimenea de la Loma, símbolo del auge minero del siglo pasado.
Durante la Restauración, y debido a la gran inversión realizada por los británicos, se construyó la carretera que unía Águilas con Lorca y Baza, con el fin de transportar minerales y esparto, convirtiendo a la ciudad en uno de los principales puertos del Mediterráneo.
Los principales atractivos de Águilas son el Cementerio Británico, el Muelle de Hornillo, la vieja casa de un comerciante inglés y el Castillo de San Juan de Águilas. Desde Águilas también podéis hacer una pequeña excursión a la histórica Lorca, y así ver el famoso Pórtico de San Antonio, o incluso llegar hasta la vieja Cartagena.
Para los amantes del verano, Águilas cuenta con numerosas playas de fina arena blanca, donde disfrutar tomando el sol. Las mejores son la Cala de la Cueva de las Palomas, la Cala de la Herradura o la Playa Amarilla.