Ruta del Vino de Ribera del Duero

Ruta del Vino Ribera del Duero

La comarca de la Ribera del Duero está situada en la cuenca del río del mismo nombre, al sur de la provincia de Burgos. Una comarca que destaca especialmente por el cultivo de la vid que se desarrolla en ella y que ha dado lugar a los vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero, en la que entran incluso municipios de las provincias de Soria, Segovia, Valladolid y Burgos.

Por tanto no resulta nada descabellado hacer en esta comarca una Ruta del Vino que nos lleve a conocer no solo las principales bodegas de esta denominación de origen, sino también visitar los pueblos en las que se encuentran y disfrutar de las exposiciones, catas de vinos y la gastronomía tradicional. Todo esto comprende en toda ruta del vino que se precie, lo que se conoce como enoturismo.

La Ruta del Vino de la Ribera del Duero comprende cuatro provincias de Castilla y León: Burgos, Segovia, Soria y Valladolid. En total 54 municipios, 57 bodegas, 22 restaurantes, 18 alojamientos, 11 enotecas y comercios especializados, 20 museos y centros de interpretación, 3 spas, centros de degustación y cursos de cata, bares de vinos, un centro ecuestre, una quesería, un centro de piragüismo y una agencia de viajes.

Lo primero que apreciaremos es que en toda la Ribera del Duero el vino es un elemento sagrado. Es lo que se comprueba en la visita a cualquiera de sus bodegas. Visitas que se pueden complementar con un paseo a caballo por los viñedos, una comida maridada en la propia bodega, un picnic a los pies del Castillo de Peñafiel, una ruta cicloturista por la zona y, claro está, la clásica degustación de cada uno de los vinos que allí se elaboran.

Hablando de degustar, la gastronomía forma parte muy importante dentro de esta ruta. Porque, para acompañar el vino, nada mejor que un cordero lechal, gran protagonista de la cocina castellana, o unos embutidos como el chorizo y la morcilla, unas setas, una sopa castellana, algo de queso, unas chuletillas de cordero, pimientos asados… ¿Una ruta del vino solo para visitar bodegas y beber vino? Yo creo que no…

No os preocupéis por el alojamiento porque, a lo largo de toda la Ruta del Vino, vais a encontrar establecimientos de todo tipo. Desde hoteles de primer nivel hasta pensiones y hostales, pasando incluso por toda una Posada Real que perteneció al Duque de Lerma y en la que durmió el rey Felipe III. Dentro de estos alojamientos también están los clásicos balnearios que, como no podía ser de otra forma, ofrecen una nueva forma de relajarse: la vinoterapia.

Y por último, los rincones privilegiados de esta ruta. Pueblos con encanto de cada una de estas cuatro provincias castellanas: Peñafiel, Quintanilla de Onésimo, La Horra, Pesquera de Duero, Quintana del Pidio… Lugares mágicos de los que sobresalen torreones, castillos, fortaleza, conventos, iglesias y muchas leyendas de caballeros medievales.

¿A quién no le apetece perderse por esta Ruta del Vino de Ribera del Duero y saborear lo mejor de ella?

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