Los montes de San Sebastián

San Sebastián o Donostia es sin duda una de las ciudades más bonitas de Europa. Sus playas, sus alrededores y su vida callejera animan a todos los visitantes que la ciudad recibe durante todo el año. Además, la calidad de los hoteles en San Sebastián es envidiable.

No obstante, no siempre se tiene en cuenta todo el atractivo de la ciudad. Hoy hablaremos de los montes que rodean Donostia, montes que se pueden visitar durante una tarde y que son diferentes entre sí. Y es que los montes de San Sebastián protegen y abrazan la ciudad con cariño, les dan el pulmón verde que toda ciudad necesita, junto al ocio y esparcimiento que sus gentes necesitan.

El monte Igueldo es quizás el monte más conocido de San Sebastián. Su torreón, del siglo XVIII y cuya función inicial ha cambiado de faro a mirador, preside una espléndida vista de la ciudad. Se recomienda tomar el funicular para subir, el más antiguo de Euskadi y en funcionamiento desde 1912. También podemos destacar el faro, en el flanco occidental y construido en 1855, el cual se yergue con delicadeza sobre unas vistas al mar y a los acantilados.

El monte Urgull es también un bello lugar para pasear y conocer la larga historia militar de la ciudad. Desde el siglo XII este lugar ha sido fortaleza militar, mientras que sus murallas se conservan en los aparcamientos subterráneos del Boulevard y hacen gala de ser el único testigo de una San Sebastián amurallada. El monte Urgull fue el testigo de excepción cuando la ciudad tuvo que capitular en manos de los franceses y el incendio de Donostia. Arriba se levanta el Castillo de la Mota, también del siglo XII y pieza clave de la antigua San Sebastián. Aún se pueden apreciar cañones y aspilleras defensivas.

Dejamos para el final el monte menos conocido de San Sebastián, el monte Ulia. Es un parque natural en plena ciudad, que ha cambiado su antigua función de atalaya para el avistamiento de ballenas por zona de esparcimiento. La estructura que hoy tiene el monte se levantó a principios del siglo XX, cuando el lugar fue pensado como zona de recreo para la aristocracia. A lo largo de los años, pero, el lugar se ha convertido como la zona senderista más importante de la ciudad, por la cual pasan importantes caminos como el camino de la costa del Camino de Santiago.

Foto Vía: Mikelo

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