Gastronomía en Menorca, platos típicos

Caldereta de langosta

Menorca es un paraíso de playas y pequeñas calas, un enclave que abre sus puertas en cualquier época del año para todo tipo de turismo. Porque la isla no solo es atractiva durante el verano. Su carácter rural y su patrimonio arqueológico la convierten en un destino excelente. Pero, ¿y su gastronomía?.

Pues de ella podemos decir que en Menorca se come estupendamente. Carnes, pescados, platos tradiciones, dulces, repostería… Unas vacaciones Menorca no estarían completas sin probar algunas de sus singulares delicatessen. Nosotros os hacemos un pequeño recorrido por algunos de sus principales destinos turísticos, y lo que podéis comer allí.

Empezamos por la exquisita repostería de Alaior, población que también se enorgullece de buenos licores, quesos y embutidos. Aún así, el plato que no falta en sus restaurantes es la perdius amb col, un magnífico guido de perdices con col. También hay que destacar sus sopas calientes, especialmente en invierno, cuando el frío hace mella en su carácter serrano.

Uno de los grandes destinos turísticos de Menorca es Ciutadella. En ella hay que destacar los embutidos, sobre todo la sobrasada, que encontraréis en bares, tiendas y restaurantes de la ciudad. Yo la probé para desayunar, con una rebanada de pan payés, y está exquisita. Para la hora del aperitivo nada mejor que los quesos de la zona, y ya para comer unas albóndigas de calamar, algo de sepia en su tinta, mejillones al vapor o pescadito frito. De postre una coca con ciruelas.

En Mahón es imposible resistirse a probar su mahonesa. A partir de ahí encontramos sopas, platos de calamares, langostas, tapas de embutidos, el famoso queso de Mahón, los licores de hierbas y una gran variedad en cuanto a su repostería, con los crespells, los robiols o el flaó de Menorca.

Cerca de Mahón se halla Castell, famosa por sus pescados y arroces, aunque su principal plato sea el arrope de higos. Acompañadla, después de comer, con el resoli de ginebrons, un licor para hacer la digestión.

Muy turística es Fornells, con su famosa caldereta de langosta, uno de los platos más conocidos de la isla. Otros rincones turísticos son Es Mercadal, donde hay que probar las berenjenas rellenas y el torró cremat o turrón quemado; y Es Migjorn, uno de esos pequeños enclaves para probar la mejor cocina tradicional de Menorca.

Foto Vía Sibaritia

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