Excursión por la isla de la Palma, la isla bonita

Cuando uno pasa las vacaciones en la La Palma comprende perfectamente porqué la llaman «la isla bonita». Paisajes de un verde exhuberante, conos volcánicos, calas y playas vírgenes donde el azul del mar se contagia del blanco de la espuma… La naturaleza pura de la Palma es un enorme secreto que deberíamos conocer.

Afortunadamente son cada vez más los turistas que han podido apreciar el sugerente sabor natural de esta isla. Sin ir más lejos, hay muchos cruceros en todo incluido que escogen la Palma como destino turístico, recorriendo luego muchos puntos de las Canarias. Pero nosotros hoy nos quedamos degustando el aroma de la isla bonita.

Estos cruceros llegan hasta Santa Cruz de la Palma, capital de la isla, situada en la costa este. Fundada en el siglo XV, no os olvidéis de pasear por su centro histórico ya que cuenta con uno de los patrimonios más ricos de las Canarias. En la calle Real veréis edificios de estilo renacentista, barroco y neoclásico, así como en la Plaza de España.

Apenas doce kilómetros al norte de Santa Cruz de la Palma se halla Puntallana, conocida como el granero de la Palma. Resulta hermoso comprobar cómo algunas de sus casas se sitúan a los pies del volcán Tenagua. A medida que vamos subiendo las vistas se hacen más maravillosas. Aquí visitamos la Casa de Luján, la Iglesia de San Juan Bautista y, muy cerca, el Parque Natural del Cubo de la Galga y la hermosa Playa de Nogales, donde vive una comunidad de tortugas negras.

Seguimos la línea de la costa para llegar, quince kilómetros después, a San Andrés y Sauces, con sus hermosos bosques de laurisilva, sus barrancos y sus plataneras. Además debemos visitar en Los Sauces las piscinas naturales del Charco Azul y, sobre todo, el Barranco de los Tilos.

Desde aquí, y pasando por Barlovento, el Faro de Punta Cumplida y Garafía, se llega a uno de los enclaves naturales más hermosos de la isla, el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, declarado Reserva Nacional de la Biosfera en el 2002. Este parque se caracteriza por sus arroyos y torrentes, y, como su nombre indica, por su cráter de ocho kilómetros de diámetro que tiene forma de caldera. En la superficie de este cráter la naturaleza ha ido modelando un paisaje impresionante.

Ya solo nos quedaría visitar el Roque de los Muchachos que, con sus 2.421 metros de altura, es el segundo pico más alto de las Canarias tras el Teide. Hoy alberga un importante observatorio astrofísico.

Esta pequeña excursión por la isla de la Palma es un claro ejemplo de que el sobrenombre de la isla bonita no es un mero capricho de sus lugareños.

Foto Vía Tu Objetivo

 

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