Abanilla, la Palestina Murciana

Abanilla

Resulta impresionante comprobar el paisaje desértico que la escasez de lluvias ha configurado en torno a los municipios murcianos de Abanilla y Fortuna. Barrancos y tierras blanquecinas se amontonan por doquier, especialmente en el paraje conocido como la Rambla del Chícamo.

Esto pude constatarlo en mi corto pero más que agradable fin de semana en Abanilla, pueblo de origen musulmán, de esos que aún conservan en sus calles el carácter medieval. Curiosamente se le conoce como la Palestina Murciana, gracias a las enormes palmeras que crecen en sus ramblas y que ofrecen una fresca sensación de oasis.

No se tarda demasiado en recorrer su centro histórico, muy caluroso ya en esta época del año, en donde encontramos algunos edificios de interés y pequeños bares y tabernas en los que probar la excelente carne de cabrito a la brasa, o un arroz con conejo, acompañado de las frutas de la huerta murciana.