Riaza, la villa de piedra en Segovia

Riaza

Calles y edificios de piedra son los que nos esperan en Riaza. Las cumbres nevadas de Somosierra y las cimas de Ayllón son el horizonte perfecto, a modo de telones rocosos, que protegen este pequeño pueblo de la provincia de Segovia. Recorrer el laberinto de su centro histórico es perderse entre casas nobiliarias con grandes escudos en las puertas y suelos empedrados.

Riaza fue fundada en el siglo X por Gonzalo Fernández, hijo de Fernán González. Su magnífica arquitectura y su gastronomía son los pilares más activos de su faceta turística. Todo gira alrededor de la Plaza Mayor, una de las más bonitas y pintorescas que podemos encontrar en estas tierras castellanas. De estilo porticado, muy del gusto tradicional, es el corazón social de Riaza, el lugar en el que se han celebrado los eventos más importantes de la villa a lo largo de su historia.

A partir de aquí gira todo el entramado urbano del pueblo. Las calles aledañas nos llevan hasta los diferentes monumentos, entre los que hay que destacar especialmente a la Iglesia de Nuestra Señora del Manto, precisamente en uno de los extremos de la plaza. La torre renacentista de esta iglesia es la que veremos nada más llegar a Riaza. En su interior lo más representativo es la imagen de la Piedad del siglo XVII que podemos apreciar en una de las capillas laterales.