El Parque de la Alameda en Santiago de Compostela

Ciudad histórica y emblemática, Santiago de Compostela encierra en su corazón un enjambre de pequeñas rúas y callejuelas que buscan con denuedo el sabor de la piedra de su catedral. Rúas de soportales y viejas casas nobiliarias, iglesias recoletas, fuentes y palacios que han convivido con el paso del tiempo con la lluvia y los peregrinos.

Pero si reserváis vuestros vuelos baratos hasta la capital gallega no solo encontraréis una Compostela histórica y de piedra. Hay que buscar también el solaz y la calma que nos proporciona el Parque de la Alameda, situado a las afueras del centro histórico, entre la zona nueva y la vieja, como a mitad de camino para turistas, lugareños y peregrinos.

Sus orígenes hay que buscarlos allá por 1835, y no dudo que, desde sus miradores, por aquí han pasado cientos de miles de peregrinos, contemplando las primeras, o las últimas, vistas de una catedral que se antoja como un suspiro de piedra. Precisamente el mirador del Paseo de la Herradura es uno de esos en los que quedarse a desfigurar todos los vericuetos de una imagen tan hermosa como espiritual.