Arcos de la Frontera es sin duda uno de los pueblos más bonitos de Andalucía. Enclavado en plena Ruta de los Pueblos Blancos, en la provincia de Cádiz, se erige sobre una tremenda peña, en el horizonte del río Guadalete, que discurre silente a los pies del reguero blanco de sus fachadas encaladas.

Es fácil llegar hasta Arcos, sobre todo si tenéis reservados vuestros vuelos baratos a Jerez, ya que esta población se halla apenas a treinta kilómetros de la ciudad jerezana. La vieja Medina Arkosch, llamada así por los musulmanes, aún conserva en el laberinto empedrado de sus empinadas callejuelas ese sabor rancio de los pueblos antiguos y medievales.

Casas encaladas que abren sus puertas para disfrutar de sus patios de geranios y macetas, viejas iglesias, palacios de nobles de alta alcurnia. Desde la Cuesta de Belén hasta la Puerta de Matrera, el casco antiguo de Arcos es un placer para los sentidos. Su viejo castillo del siglo XV, el Palacio de los Condes del Águila, también de la misma época, o el Hospital de San Juan de Dios, del XVII, son los primeros ejemplos de esplendor que nos encontramos.