Hacia el norte de la isla de Fuerteventura se encuentra una de esas poblaciones en las que se puede pasar un fin de semana relativamente tranquilo. Y decimos relativamente en comparación con otros puntos de la costa. La Oliva es una pequeña ciudad situada en el interior, a unos veinte kilómetros al noroeste de Puerto del Rosario.
Pero los orígenes de La Oliva quizás no fueron tan tranquilos. Allá por el siglo XVIII se trasladó aquí el control de la misma, hasta la muerte de uno de sus últimos coroneles en 1870. Más de un siglo que hoy casi aparece en el olvido. Si tenéis reservados vuestros hoteles en Fuerteventura, y queréis visitar un rincón tradicional y típicamente canario, os recomendamos hoy La Oliva.
Porque en La Oliva se puede visitar uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Fuerteventura. Aunque yo diría más, posiblemente de los más interesantes de todo el archipiélago canario. Se trata de Tindaya, una montaña en la que podemos ver cuevas funerarias, piezas de cerámica y restos de fósiles de conchas de molusco. Además, para los guanches, los aborígenes de la isla, la montaña Tindaya era un lugar sagrado.