Visita la Seu Vella de Lérida

Curiosamente Lérida es la única de las cuatro provincias que conforman Catalunya que no tiene línea de costa. Realmente, con la gran cantidad de atractivos que tiene, no creo que le haga falta. La ciudad ilerdense, cuyo nombre proviene de la tribu íbera ilergete que la fundó, permaneció casi cinco siglos en poder de los musulmanes.

Muchos de los vestigios que encontraréis en ella proceden de aquella época, o de los siglos posteriores a la reconquista. Si tenéis pensado llegar a Lérida con vuestros vuelos baratos, disfrutaréis de un centro histórico realmente interesante. Del corazón del mismo emerge el edificio de la Seu Vella, la catedral vieja, para mi gusto una de las iglesias más bonitas que se pueden encontrar en toda Catalunya, símbolo de la ciudad.

Domina la ciudad desde la colina en la que se asienta, y fue construida a finales del siglo XIII. A su alrededor hay una espesa zona ajardinada, con jardines y vestigios de murallas del siglo XVIII, y especialmente un claustro precioso, erigido en el siglo XIV. Lo más llamativo es que, a diferencia de otras iglesias, el claustro se halla delante de la iglesia, posiblemente por la falta de espacio en la colina para colocarlo dentro del templo.

Telde, playas y yacimientos en Gran Canaria

Apenas a unos veinte kilómetros al sur de Las Palmas de Gran Canaria, por la carretera de la costa, llegamos hasta la localidad de Telde, una de las ciudades más grandes de las Islas Canarias. Ciudad histórica en la que podemos encontrar vestigios de gran valor, ya que los primeros asentamientos aborígenes lucharon con denuedo para mantener sus posesiones ante la llegada del castellano invasor.

Si tenéis vuestros hoteles en Canarias, os recomiendo hacer una pequeña excursión hasta Telde. Sus playas son uno de sus principales reclamos turísticos, playas que se suceden a lo largo de una serie de acantilados de enorme belleza. De las más interesantes destacan las playas de la Garita, la de Melenara y la del Ojo de Garza.

Alrededor de estas playas hay muy buenos restaurantes de mariscos y pescado fresco. Parrilladas de salmonetes, pulpos fritos, mejillones, lapas… y en especial el sancocho frito, un pescado típico de la zona, que se suele servir hervido. Está claro que, con estos platos, la gastronomía de Telde es otro de sus grandes atractivos.